Lapuebla de Labarca. La situación empieza a ser preocupante. No en vano, hay zonas en la que el río Ebro a su paso por Álava discurre a duras penas por el que debería ser un cauce vigoroso. ¿El problema? El escaso caudal está siendo utilizado por las compañías eléctricas para la generación de electricidad a través de sus turbinas. Tal circunstancia se realiza en detrimento del mantenimiento del curso del río y del riego en un año histórico por la sequía.

Según ha podido conocer este diario, en la cuenca del río teóricamente más caudaloso del Estado se han reducido a la mínima expresión los caudales circulantes. La situación ha llegado hasta el punto de que las uvas de las viñas situadas en la ribera y que no se riegan se encuentran convertidas en pasas. No hay humedad. A pesar de esa situación, empresas hidroeléctricas mantienen su actividad y turbinan el agua del río con el fin de generar energía. "Llevan todo el agua a las turbinas dejando los lechos secos después de las presas, hasta que vuelven nuevamente los caudales", confirman fuentes ecologistas consultadas. Al respecto, la organización Amigos de la Tierra indicó ayer que denunciará en los próximos días ante las autoridades autonómicas y las de cuenca del Ebro el estado en que se encuentra el río. Sustentarán su denuncia con material gráfico donde se ve un Ebro prácticamente sin agua, tanto en la presa de La Poveda, en Lapuebla de Labarca, como en la nueva central de Torremontalvo-Baños de Ebro o en Assa, entre otras.

Al respecto, el citado grupo recuerda la existencia "de connivencia entre la Confederación Hidrográfica del Ebro y otras administraciones con las empresas hidroeléctricas durante los últimos 90 años, por la que todo ha valido en el Ebro. Sobre todo en el Ebro riojano-alavés y riojano-navarro".

Sea como fuere, lo cierto es que la realidad del Ebro empieza a ser complicada. Es más, fuentes consultadas por este diario en la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro), que es la institución que regula la cuenca del río, explican que la situación del Ebro en estos momentos se sustenta sobre "caudales en emergencia" como consecuencia de una fuerte sequía que, aún así, se minimiza con desembalses del pantano del Ebro, en Cantabria, que decide la Comisión de Desembalses con porcentajes prudentes hasta que comiencen las lluvias del otoño.

Según la misma fuente, no existe ninguna denuncia y no se tiene conocimiento de ninguna irregularidad en el tramo riojano-alavés y en el navarro del Ebro, a pesar de que en este tiempo de "estiaje potente" se han extremado las medidas de vigilancia a través de las guarderías del río. "Los caudales se conocen en todo momento y en tiempo real y además están a disposición de quien los quiera saber a través de la web de la Confederación". Sin embargo, desde la CHE se es consciente de que se puede producir en algún momento algún problema puntual. Sin embargo, "el caudal se mantiene aunque aparezcan zonas sin curso de agua".

El hecho de que las centrales estén turbinando agua es porque existe caudal para hacerlo, según la CHE. "En el caso de Baños de Ebro-Torremontalvo, Lapuebla de Labarca-Fuenmayor o Assa-Logroño las centrales están en zona de dominio público y al agua pasa naturalmente por ellas y sigue su curso".

Precisamente, el presidente de la Confederación está manteniendo encuentros con instituciones y entidades de la Demarcación del Ebro, para alcanzar el máximo consenso sobre el contenido del futuro Plan Hidrológico del Ebro, cuya propuesta se encuentra actualmente en fase de Información Pública. Según éste organismo, actualmente el 21% de la energía hidráulica del Estado se produce en la Cuenca del Ebro, principalmente en afluentes de su margen izquierda. La propuesta de Plan define el agua como un vector energético fundamental y prevé, con un marco de seguridad jurídica, incrementar la producción, aprovechando saltos no construidos en infraestructuras de regulación. En este sentido, en aquellas obras donde no exista un aprovechamiento hidroeléctrico, se incentivará que las empresas energéticas puedan desarrollarlo, como sería el caso de algunas de las presas que hay en el curso alavés.

Sea como fuere, las explicaciones institucionales no convencen, al menos, no de manera concluyente, a los responsables de la citada organización ambientalista. A su juicio, "el sentido común dice que no se debería turbinar todo el caudal". También añaden que "se debería dejar el río tranquilo hasta que vuelva a llover. Sin embargo, eso es imposible ante la avaricia de las empresas hidroeléctricas. El impacto sobre los ecosistemas de ribera es brutal, a pesar de tener visones europeos (mamífero europeo en mayor riesgo de extinción después del lince ibérico en todo el continente). Dentro de poco se aprobará el Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro, que busca introducir diferentes conceptos contemplados en la Directiva Marco del Agua. Sin embargo, a pesar de aprobarse, de las buenas intenciones y planes seguramente todo siga igual ante las eternas concesiones de agua para las empresas hidroeléctricas".

En cualquier caso, Amigos de la Tierra afirma que "como no sirve de nada lamentarse, estamos elaborando un informe y un escrito denunciando todos estos hechos que remitiremos a Medio Ambiente y a la Confederación Hidrográfica del Ebro".

El bien más preciado Esta polémica con el agua del río Ebro llega en un momento de sequía extrema. Por ejemplo, en Rioja Alavesa, el Consejo Regulador de la DOC Rioja tuvo que ceder, por vez primera, y decidió dar las máximas facilidades a aquellos viticultores que consideren necesario el aporte de agua a su viñedo para salvaguardar tanto el propio desarrollo vegetativo del mismo como la calidad.