MADRID. El portavoz de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), Elías Fernández, afirmó ayer que la vasija de la instalación burgalesa "no tiene nada que ver" con la de la central belga que está siendo investigada y su situación "no es extrapolable".
En declaraciones a Efe, Elías Fernández explicó ayer que las vasijas de Garoña y de Doel (Bélgica) están construidas por el mismo fabricante pero son "distintas" en cuanto a materiales y el sistema de trabajo ya que la belga funciona con agua a presión y la burgalesa en ebullición.
Por eso, Fernández señaló que los datos de la vasija belga en la que se detectaron fisuras "no son extrapolables" a la central burgalesa que, además, ha pasado todas las inspecciones periódicas indicadas por los organismos internacionales.
En este sentido, detalló que, dentro de la programación de inspecciones de seguridad de Garoña, se revisó la vasija en los años 1992 y 1994 y la próxima inspección está marcada para el año 2013.
Elías Fernández indicó que estas inspecciones periódicas permiten "garantizar" que la vasija de Garoña cumple todos los criterios internacionales de seguridad ya que se revisan todos los comportamientos de los materiales, estado de la soldadura y otros componentes.
Por su parte, Greenpeace ha pedido al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que emule al regulador belga, que ha detenido el reactor de Doel 3, y pare los reactores de las centrales nucleares de Cofrentes (Valencia) y Garoña (Burgos) para estudiar las vasijas y determinar si tienen las mismas grietas que se han hallado en la de la central belga.
En declaraciones a Europa Press, la portavoz de Energía Nuclear de la organización ecologista, Raquel Montón, afirmó que si las autoridades belgas han tomado una "medida de precaución", esta debería aplicarse "no solo Garoña y Cofrentes, sino en todos los reactores afectados por este presunto problema porque la seguridad debería ser la misma para todos los ciudadanos".
cierre de cofrentes Mientras, el diputado de EUPV-Els Verds en el Congreso, Ricardo Sixto, reclamó ayer el cierre, "al menos de manera preliminar", de la central nuclear de Cofrentes (Valencia) para evaluar su "posible peligrosidad".
En un comunicado, Sixto se pronunció así en relación a las vasijas del reactor, fabricadas por la misma empresa holandesa, RDM, que también fabricó las de la planta nuclear belga Doel 3, en donde se encontraron grietas. A su juicio, el Gobierno español está cometiendo una "grave irresponsabilidad" al mantener en activo la central y destacó la prudencia de las autoridades belgas en este aspecto frente a "la imprudencia temeraria" de las autoridades españolas. >efe/e. press