Bilbao. La alargada sombra de la enrevesada coyuntura económica también está haciéndose notar en los productos agrarios y ganaderos vascos comercializados con Label de calidad. Estos están resentidos por los precios dictados por el mercado de los vegetales y, sobre todo, por la desafortunada costera del bonito del norte. Estos dos factores han lastrado la progresión de este sector que, no obstante, exhibe su fortaleza y su apuesta de futuro en el hecho de que el año pasado 172 productores decidieron sumarse a este sello de alimentos de calidad superior.
En concreto, y según la última memoria publicada por la Fundación Eusko Label, los 14 artículos despachados en tiendas y centros comerciales con la K de kalitatea (cordero lechal, miel, pollo de caserío, carne de vacuno, leche, bonito del norte y atún rojo, huevos de caserío, patata alavesa, pimientos de Gernika, guindillas de Ibarra, tomates, alubias pintas alavesas, de Tolosa y de Gernika, lechuga y sidra natural) tuvieron una facturación de 88.672.891 euros, un ocho por ciento menos que en el ejercicio 2010.
“No obstante, en general 2011 ha sido un año bueno para los productos con Eusko Label”, reconocían desde este organismo. De hecho, el consumo de esta abundante y fértil oferta de género de calidad se consolida año tras año como demuestra la buena acogida que tuvo durante el pasado ejercicio la salida al mercado de la sidra. En cualquier caso, la trayectoria y el comportamiento de todos estos frutos de la tierra y del mar ha sido muy desigual, con vaivenes en lo referente a producción pero también a productores.
Así las cosas, la carne de vacuno, el producto más destacado de ese polifacético registro de etiquetas de la K, tuvo un ligero incremento en kilogramos (43.662) con respecto a 2010 pese al sutil descenso de ganaderos registrados, que pasaron en el periodo 2010-2011 de 1.225 a 1.166. La razón de esta conducta podría hallarse en que veinte nuevos puntos de venta autorizados (258) se sumaron a la red. “La situación de la producción de la carne de vacuno es muy alarmante: los costes de producción son más altos que en otros ámbitos geográficos y en la situación de crisis actual es imposible repercutir estos precios en el de venta al público. Los ganaderos no tienen margen y progresivamente están abandonando la actividad; sobre todo tras la última subida de precios de los piensos”, resumían los responsables de la Fundación.
Una de las parcelas más afectadas durante el año pasado fue el cordero lechal, cuyo volumen de sacrificios disminuyó un 28,3 %. Los costes que para los pastores representa el transporte, el paso por el matadero y la comercialización tampoco son compensados con los precios de venta, aducen desde la Fundación. Esta circunstancia está en el origen del aumento de los sacrificios domiciliarios, una práctica prohibida según recalcan. “Hay cada vez más grupos de compra organizados que llevan el cordero lechal a sacrificar fuera de Euskadi”, describen. Pese a todo, los corderos de Eusko Label representan cuatro de cada diez sacrificios.
Hábitos culinarios “Año tras año realizamos un esfuerzo para aumentar la notoriedad del producto y animar las ventas; sin embargo, los hábitos de compra y culinarios no favorecen su consumo”, zanjan. Todo lo contrario ocurre con el huevo de caserío que, gracias a la ampliación de las explotaciones ha permitido mejorar las cifras de ejercicios anteriores y poner a la venta casi un millón de unidades más que en 2010. “Es un producto que se ha diferenciado en el mercado, con un posicionamiento digno de destacar entre los consumidores vascos”, describen. Algo parecido ha ocurrido con la lechuga, un producto que entró en el Olimpo vasco de la cesta de la compra y que ha tenido una muy buena acogida, “con un aumento de las ventas por encima de las previsiones iniciales”, reconocen.
En los otros productos de origen vegetal la identificación con la marca Eusko Label ha descendido, sobre todo, por la bajada de los precios como consecuencia de la crisis. Así, en general fue un año bueno en producción de alubias, tomate, patata o pimientos de Gernika, pero “por razones comerciales, los operadores han sacado el producto al mercado bajo la marca Euskal Baserri. Por ello, la marca de garantía Euskal Baserri que permite identificar las frutas y verduras del País Vasco ha tenido un incremento muy significativo”, puntualizan.
Teniendo en cuenta la evolución que están teniendo la marca Eusko Label y Euskal Baserri, en estos momentos, la Corporación Hazi que se encarga de la gestión de ambos sellos, está realizando una reflexión para definir una estrategia de utilización de marcas públicas y oficiales que sirva de instrumento para aumentar la competitividad del sector agroalimentario y pesquero vasco.
Asimismo, en la actualidad se está trabajando en nuevos productos, entre ellos la carne de porcino y sus elaborados y con nuevas unidades del pollo de caserío. Además, en 2011 se trabajó en todos los aspectos relacionados con el aceite de oliva virgen extra y se puede encontrar ya en el mercado este nuevo producto. Producido, elaborado y envasado íntegramente en tierras alavesas, se trata de un aceite que procede de olivas de la variedad Arróniz principalmente, recién cogidas del árbol “y en su punto óptimo de maduración con el fin de que conserve todas sus propiedades nutritivas y aromáticas”, describen.
Entre los objetivos a corto plazo también se estudia la certificación de derivados lácteos elaborados con leche Eusko Label, con especial atención al queso fresco y al yogur. “Se ha producido un ligero descenso en la cantidad del total de litros identificados de leche entera, pero sigue subiendo poco a poco la semidesnatada”, presentaban.
También se realizarán distintas acciones para promocionar los productos Eusko Label fuera de la Comunidad Autónoma Vasca “como herramienta competitiva para la industria y sector agroalimentaria y pesquero y se intentará conseguir que la tienda on line www.euskolabel.net sea referente, facilitando a los consumidores la compra de productos de calidad de Euskadi”, concluyen desde la Corporación Hazi.