Nueva York. La Asamblea General de la ONU aprobó ayer por amplia mayoría una resolución que condena las graves violaciones de los derechos humanos y el uso de armamento pesado por parte del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, y que critica la parálisis que vive el Consejo de Seguridad.

Según el recuento de la votación, 133 países se pronunciaron a favor de un texto presentado por los países árabes de la ONU, 31 se abstuvieron y 12 votaron en contra. Entre estos últimos destacan Rusia, China, Irán, Bielorrusia, Birmania, Zimbabue, Corea del Norte, Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia -Ecuador se abstuvo en esta ocasión-, además de la propia Siria.

"Es una victoria para el pueblo sirio y un reflejo de la voluntad de la comunidad internacional para decir con una sola voz, con un gran consenso, que no apoya la parálisis del Consejo de Seguridad", dijo tras la votación el embajador de Arabia Saudí, Abdulá al Mualimi, presidente del grupo de países árabes en la ONU.

Al Mualimi, que presentó y defendió ante el plenario de la ONU la resolución, dijo que el amplio respaldo logrado por el texto demuestra que "Naciones Unidas no puede ignorar el sufrimiento del pueblo sirio" y que se debe iniciar "un proceso político que responda a las aspiraciones de los sirios". El texto es una nueva condena a Damasco por parte de la Asamblea General, y coincide con la parálisis del Consejo de Seguridad ante el doble veto ejercido en tres ocasiones por Rusia y China, países que ayer volvieron a rechazar la propuesta árabe.

En ese sentido y en una clara referencia al bloqueo que vive el máximo órgano internacional, la resolución deplora "el fracaso del Consejo de Seguridad para acordar medidas que garanticen el cumplimiento de sus decisiones por parte de las autoridades sirias".

La votación se produjo un día después de que el enviado especial para Siria, Kofi Annan, presentara su renuncia con el argumento de la imposibilidad de detener el conflicto y forzado por la parálisis que sufre la comunidad internacional en el seno del Consejo de Seguridad.

No menciona la salida de Annan La Asamblea General mostró igualmente su respaldo a la labor mediadora del enviado y a su plan de seis puntos, aunque en su texto no se hace mención ni a la salida de Annan ni a la necesidad de lograr un sucesor para encargarse de su labor mediadora.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió ayer acción a los Estados miembros del organismo para frenar el conflicto en Siria, donde la comunidad internacional se enfrenta a "la cruda posibilidad de una larga guerra civil", una catástrofe que dijo le recuerda a Ruanda y Srebrenica (Bosnia). El máximo responsable de la ONU señaló que la crisis en Siria es "una catástrofe que se podía evitar" y criticó la parálisis que vive el Consejo de Seguridad sobre el conflicto.

Asimismo, alertó de que los "actos de brutalidad" que están ocurriendo en la ciudad siria de Alepo, escenario de combates entre las fuerzas del Gobierno de Bashar al Assad y los rebeldes opositores, "podrían constituir crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra", y a su vez recordó que los sirios que han huído del país necesitan ayuda desesperadamente.