vitoria. Miles de jóvenes alaveses continúan sin poder independizarse como consecuencia del alto precio de la vivienda y la falta de trabajo. En esta coyuntura, el alquiler puede ser una alternativa viable para todos aquéllos que quieren salir de casa de sus padres y no tienen demasiados recursos. Sin embargo, los propietarios parecen resistirse a bajar los precios, lo que complica aún más la emancipación.
En el segundo trimestre de 2012 los alquileres han bajado un 1,1% en la capital alavesa, y en todo un año la variación ha sido de un -5,9%, la más baja de la Comunidad Autónoma Vasca, según se desprende del estudio que acaba de hacer público el portal inmobiliario idealista.com. Aunque Bilbao y San Sebastian siguen siendo ciudades más caras, Vitoria es la capital vasca que, a la hora de arrendar, más se ha resistido a flexibilizar los precios.
Eso hace que la ciudad acumule un parque de viviendas vacías cada vez mayor. Sin embargo, ni la crisis ni el consecuente bloqueo en la compra-venta de pisos parecen haber causado la reacción esperada en los propietarios, que quizá prefieren mantener los inmuebles vacíos a tener que alquilarlos por menos precio. De hecho, Vitoria se encuentra entre las cinco capitales más caras del Estado.
Actualmente, el precio del metro cuadrado de alquiler se encuentra en 8,4 euros. Sólo Madrid, Barcelona, Bilbao y San Sebastian superan a la capital alavesa. En el lado opuesto, el estudio destaca que las ciudades con el alquiler más barato son Castellón, Lugo, Ávila y Cáceres. En ninguna de ellas el valor del metro cuadrado supera los cinco euros. En general, en el informe elaborado por idealista.com se concluye cómo la vivienda de alquiler ha cerrado la primera mitad del año con caídas generalizadas de precio, aunque poco pronunciadas. Si al alcabar el primer trimestre el porcentaje de municipios que registraron decrementos fue del 62,8%, tres meses más tarde esta cifra alcanza los 72,1%.
Algo más acusado ha sido la caída del precio en el mercado de compraventa de pisos de segunda mano, al menos en la capital alavesa, que ha registrado una diferencia del -3,7% desde abril a junio. Se trata del descenso más acentuado que se ha dado en Euskadi, donde la variación trimestral media ha sido del -2,2%, y también el más pronunciado de todo el año, ya que si se compara con junio de 2011, el precio del metro cuadrado ha caído un 8,9%, pasando de los 2.812 euros por metro cuadrado, a los 2.561 euros.
difícil emancipación Sin embargo, la caída del valor de la vivienda no parece, ni de lejos, suficiente para que los jóvenes puedan emanciparse. El 85% de los residentes en la CAV que anhelan acceder a una vivienda de cara a sentar las bases de un nuevo núcleo familiar propio, simplemente no puede hacerlo. La razón aducida es clara: motivos económicos. El coste de la independencia en plena crisis resulta excesivo, sobre todo para la población joven, pero también los asalariados -incluidos aquellos que cuentan con un contrato indefinido- comienzan a advertir serias mermas en sus finanzas domésticas.
Los datos sirven para ilustrar la situación que atraviesan los jóvenes en Euskadi. Hasta los 24 años, sólo una pequeña parte del colectivo, un 10%, logra independizarse y sólo el 4% de quienes acreditan entre 18 y 24 años se destaca como persona de referencia dentro de su hogar. El panorama comienza a esclarecerse para aquéllos que suman entre 25 y 29 años, aunque tampoco resulta demasiado optimista. Menos de la mitad de ellos, el 41%, consigue emanciparse y únicamente el 22,7% lidera su propia familia. A partir de los 30 años y hasta los 34, el 72% da el paso definitivo que le aleja de la vivienda de sus padres y el 41,8% se convierte en cabeza de familia.
De acuerdo con la información del Observatorio Vasco de la Vivienda, sólo el 13% de los hogares de la CAV pueden ser considerados jóvenes al estar encabezados por personas de entre 18 y 34 años. Según este organismo, dependiente del Gobierno Vasco, el 44% de la juventud vasca perteneciente a esta franja de edades se ha independizado. Esta información explica que el 60% de la población inscrita en Etxebide tenga menos de 35 años y que el precio máximo asumible por aquellos que desean acceder a una vivienda sea de 168.000 euros. Una barrera difícilmente superable para muchos por los obstáculos que hallan en el camino hacia la consecución de una hipoteca.