Bilbao. Si el PNV ganara las elecciones y se hiciera con las riendas del Gobierno, se vería abocado a abrir un nuevo proceso interno. Teniendo en cuenta que hoy proclamará a su presidente, Iñigo Urkullu, como candidato a lehendakari, y que sus normas impiden que una misma persona ocupe al mismo tiempo la presidencia de la formación y el sillón de Ajuria Enea, los jeltzales deberían comenzar a buscar un nuevo líder en el momento en que el burukide fuera investido por el Parlamento. Es en ese preciso instante, y no antes, cuando surge la incompatibilidad de cargos, ya que ningún precepto del partido impide que una misma persona sea candidata mientras capitanea el PNV. Aunque la formación confía en su victoria -la pronostican sus encuestas internas-, aún no ha abierto el debate sobre la sucesión de Urkullu, y tampoco ha barajado nombre alguno. Lo que sí sabe, según fuentes consultadas por este periódico, es que, tras la marcha del burukide, y mientras dure el proceso de designación, no habrá presidente interino.
De ese modo, el partido carecería de presidente desde la eventual investidura de Urkullu hasta la designación de su sucesor al frente del EBB. Aunque el proceso se limitaría a la elección del máximo burukide del PNV y no tocaría al resto de la Ejecutiva, la designación llevaría su tiempo, máxime cuando la mera fase de votación de las bases se extiende 45 días. Desde Sabin Etxea calculan que tendrán que pasar "cuatro o cinco meses" tras las elecciones para que el partido cuente con otro presidente. La incógnita pasa por dilucidar quién asumirá la portavocía del partido tras la investidura. Podría encargarse de esa tarea la secretaria del EBB, Pilar García de Salazar, como ya lo hiciera su antecesora Belén Greaves, quien asumió la labor de presentar ante los medios de comunicación las cuestiones más internas del PNV, mientras el presidente del partido se encargaba de la parte política.
También parece claro, salvo cambio de última hora, que el partido descartará la vía rápida para cubrir el puesto de Urkullu. Ese procedimiento permite que la Asamblea Nacional escoja a un presidente por mayoría absoluta y de entre los restantes burukides del EBB. El partido puede acogerse a esa fórmula porque aún no se han cumplido dos años desde que Urkullu se hiciera con la makila del PNV por segunda vez consecutiva, pero parece asumido que se guiará por el procedimiento ordinario. Aunque no ha abordado oficialmente el debate, en determinados círculos se especula con que sea el líder del BBB, Andoni Ortuzar, quien tome el testigo.
El PNV no cree que abordar un nuevo proceso interno suponga contratiempo alguno. Desde Sabin Etxea recuerdan que, aunque los comicios tuvieran lugar en noviembre, la sesión de investidura se llevaría a término en enero "como muy pronto", por lo que ya habría pasado un año desde la proclamación de Urkullu como presidente del EBB, y desde que el PNV cerrara ese proceso de renovación. La idea que tratan de transmitir es que la apertura de otras elecciones internas no sería tan inmediata, y que la Asamblea General de enero no habría sido celebrada en balde ni para convertirse acto seguido en papel mojado. En el supuesto de que las elecciones fueran en febrero, la investidura debería esperar hasta mayo.
UN AÑO DE PROCESOS INTERNOS El partido se sumergirá en el debate si Urkullu es investido en lehendakari, ya que es en ese instante cuando surge estrictamente la incompatibilidad -Carlos Garaikoetxea ya compaginó su condición de candidato a presidir el Gobierno con el liderazgo de la formación-. El jeltzale debería dejar su cargo al frente del partido minutos antes de hacerse con la jefatura del Ejecutivo.
El PNV cerrará hoy el penúltimo capítulo de un intenso año de procesos internos. En doce meses, y desde que activaran la renovación de su Ejecutiva a finales de junio de 2011, los jeltzales han elegido a los ocho burukides natos del EBB y al presidente; a los máximos representantes de las ejecutivas territoriales de Bizkaia, Gipuzkoa, Araba, Nafarroa e Iparralde; y a su candidato a lehendakari. Desde el partido no creen que Urkullu deba someterse a una fase preparatoria para cumplir con el papel de aspirante, ya que "ha ejercido de candidato todos estos meses", y "ha llevado el peso de la comunicación con otros agentes", según sus colaboradores.
El presidente del EBB, Iñigo Urkullu, será proclamado candidato a lehendakari hoy mismo por la Asamblea Nacional del PNV. Foto: PABLO VIÑAS