Vitoria. La Policía francesa detuvo ayer en la localidad aquitana de Oloron-Sainte-Marie a Juan Mari Mujika Dorronsoro, presunto integrante de un talde de reserva de ETA, lo que eleva a ocho el número de activistas arrestados en relación a la organización armada en tan solo tres semanas.

Sin embargo, esta operación vino precedida de un extraordinario suceso que, a juicio de uno de los más importantes sindicatos de la Policía española, el SUP, a punto estuvo de frustrarla. Y es que a primera hora de la mañana, varias horas antes de que los gendarmes apresaran a Mujika cuando se disponía a subir a su coche, el propio ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, adelantó en una entrevista a Punto Radio lo que luego se consumaría. "Anticipar las cosas que tienen que ver con mi Ministerio puede ser imprudente, pero confío en que hoy pueda haber una buena noticia", se lanzó a afirmar Fernández para sorpresa de propios y extraños. Y su precipitación hizo saltar todas las alarmas. Los periodistas empezaron a indagar en busca de la noticia aireada por Fernández y ésta llegó incluso a oídos de la Policía francesa que, sorprendida por estas declaraciones, aún trataba de ultimar el operativo.

Sin embargo, pasaban las horas, la "buena noticia" se hacía esperar, y el Sindicato Unificado de Policía no dudó en señalar directamente al ministro acusándole de haber puesto en peligro este arresto al revelar sin rubor la información privilegiada que le habrían pasado poco antes los servicios de inteligencia franceses, para el SUP, padres de este arresto "sin intervención ni de la Policía española ni de la Guardia Civil".

"Chivatazo" "Lo que ha hecho el ministro del Interior es, objetivamente, un chivatazo a un miembro de ETA, anunciando públicamente que va a ser detenido", denunciaron los agentes del SUP a mediodía, cuando aún no se había producido su arresto, lo que les llevó a pensar que era posible que alguien "desde España" lo hubiera alertado.

Llevados por su indignación, los miembros del SUP llegaron a elevar su queja al presidente del Gobierno español, al que preguntaron "hasta cuándo va a permitir que sigan pasando en Interior las cosas que pasan". El nombramiento de Fernández Díaz "es un gravísimo error", subrayaron, para apuntar a continuación que podemos estar "ante el peor ministro del Interior conocido" en democracia. Ha puesto en riesgo la operación por puro "afán de asumir un protagonismo que no le corresponde. Con estos temas no se puede hacer política", denunció poco después uno de sus portavoces en Radio Euskadi.

Por su parte, la portavoz de la izquierda abertzale Maribi Ugarteburu quiso "denunciar la detención del refugiado político" y acusó al Gabinete Rajoy de actuar "como si el nuevo ciclo político abierto" no existiera. "ETA ha dejado de lado la actividad armada de manera inequívoca y definitiva"-dijo antes de pedir el inicio de un proceso de diálogo y el fin de las "medidas de excepción"- partiendo de una base que, por cierto, incluso el propio Fernández Díaz compartió en su entrevista radiofónica al admitir que ya "tiene datos" para decir que el adiós a las armas de ETA "es irreversible".