Vitoria. A falta de sólo cuatro días para que el copago de medicamentos impuesto por el Gobierno central vía decreto entre en vigor, los farmacéuticos alaveses se encuentran en una coyuntura de desinformación total. Por increíble que parezca, la falta de directrices ha marcado hasta ahora el día a día en el Colegio Oficial de Farmacéuticos y, por extensión, en las boticas de la provincia, al tiempo que el Departamento vasco de Sanidad y el Ministerio dirigido por Ana Mato cruzan declaraciones y advertencias sobre la aplicación -o no- del recetazo.
El eslabón de la cadena encargado de dispensar los fármacos y cobrarlos aún desconoce qué actitud tomar a partir de este domingo, pese a que el Gobierno Vasco ya ha dejado claro que no tiene ninguna intención de dar luz verde al copago en las farmacias vascas. Y así lo certificó ayer con la presentación del decreto que anula las medidas encargadas desde el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
En esta tesitura, los profesionales del sector aguardan una respuesta oficial, ya sea desde el área que dirige Rafael Bengoa o desde el Ministerio, que quizá pueda precipitarse tras el Consejo Interterritorial de la Salud que hoy se celebra en Madrid. "Los farmacéuticos no han recibido todavía ninguna notificación sobre el copago y a día de hoy no saben qué van a hacer", aseguraron ayer a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA fuentes del Colegio de Farmacéuticos. "Hasta el momento no se les ha dado ningún tipo de instrucción oficial, así que están a la espera", insistieron estos medios.
La falta de noticias ha provocado ya situaciones incómodas en las farmacias, porque hay pacientes -especialmente crónicos- que acuden a ellas con recetas fechadas a partir del 1 de julio. ¿Hay que cobrar los medicamentos en su totalidad o seguirán contando éstos con los mismos porcentajes de exención de pago?, se preguntan los profesionales. Según ha podido constatar este periódico, algunas boticas se han visto obligadas a recomendar a los clientes que intentan canjear recetas fechadas a partir del domingo que esperen hasta que el contencioso se aclare, porque desconocen cuál será el precio final que se asignará a cada fármaco. También se han dado insólitas situaciones puntuales, en las que pacientes crónicos que ya han agotado sus fármacos han acudido a su farmacia por necesidad con recetas de julio y han tenido que abonar los medicamentos en su totalidad. Cuando la situación se aclare, podrán reclamar las cantidades que les corresponden, si finalmente el copago no prospera.