GASTEIZ. "Tenemos que seguir dando pedales porque no nos podemos permitir el lujo de quedarnos donde estamos, de pararnos", ha manifestado Urkullu durante su intervención en un homenaje que el PNV ha tributado hoy en Gasteiz al escritor, poeta y periodista vizcaino Esteban Urkiaga, más conocido como "Lauaxeta", que fue fusilado en la capital alavesa por las tropas franquistas el 25 de junio de 1937, cuando tenía 32 años.
El presidente del PNV ha señalado que los retos para lograr la normalización de la convivencia en Euskadi pasan por el reconocimiento del dolor causado y del adversario, la asunción de la responsabilidad, la reparación del daño, el respeto a todas las ideas y la renuncia a la "imposición como elemento fundamental de dominación".
También ha defendido el diálogo y el respeto a la pluralidad y "al ejercicio democrático de mayorías y minorías".
Urkullu ha insistido en que la ausencia de expresiones de violencia es una parte fundamental de la superación de cualquier conflicto pero "el camino a la paz verdadera contiene muchos más elementos básicos que consolidar", como los citados anteriormente.
"El bien superior de la paz está siendo conquistado y en nuestra mano está convertirlo en un valor duradero y sólido sobre el que construir una nueva convivencia", ha resaltado.
Ha mencionado las bombas, los muertos y los represaliados durante la guerra civil, una "tragedia" que hay que recordar "sin odio, sin rencor" pero con el "orgullo pleno en generaciones de hombres y
"También debemos traer a nuestro presente a quienes bajo el pretexto de la libertad de nuestro pueblo fueron sometidos a una persecución terrorista de sangre y fuego, de desolación y silencio, de dolor inguantable y de pérdidas irreparables", ha añadido.
El homenaje a "Lauaxeta", en el que también ha intervenido el presidente del PNV de Araba, Xabier Agirre, se ha celebrado junto al cementerio Santa Isabel, en el barrio de Zaramaga de Gasteiz, donde fue fusilado el poeta tras ser apresado por las tropas franquistas en Gernika el 1 de mayo de 1937 cuando mostraba a varios periodistas internacionales las ruinas de esta localidad después del bombardeo.