Vitoria. La mezquita de la discordia, ésa que tanto avivó el fantasma de la xenofobia en Gasteiz durante la última campaña electoral y el inicio de la presente legislatura, finalmente no se instalará en la calle Martín Olave del barrio de Zaramaga. Así lo ha decidido el colectivo paquistaní, aun sabedor de que la razón y la ley le amparan, con el objetivo de lograr "una paz social" con los vecinos del entorno. Cabe recordar que los promotores del templo firmaron hace ocho meses un convenio con el gabinete de Javier Maroto para pactar la búsqueda de un nuevo local acorde a sus necesidades, dentro o fuera del barrio, habida cuenta de la fuerte oposición vecinal que encontraron en el barrio, adornada incluso con manifestaciones en su contra o pintadas xenófobas en la fachada del local. Si en ese plazo de tiempo el equipo del gobierno del PP no era capaz de encontrar una ubicación idónea tanto para los promotores como para los vecinos, el templo finalmente se pondría en marcha en la lonja inicial.
Sin embargo, expirado el plazo, no ha sucedido ni una cosa ni la otra, y eso que los promotores cuentan con la licencia de apertura en regla. Ni se instalarán en Zaramaga ni, de momento, en otra ubicación, aunque los promotores no renuncian a buscarla a corto o medio plazo. Lo harán, a poder ser, en una ubicación que no genere tanta polémica y, eso sí, de acuerdo con el Consistorio, aunque todavía no hay opciones alternativas de ubicación posibles ni plazos a la vista. "Mis clientes entienden que en pos de una paz social van a renunciar a su derecho, pero esto no impide que sigan en conversaciones con el Ayuntamiento para encontrar una ubicación que se considere más adecuada por ambas partes", explicó ayer en declaraciones a Radio Vitoria el abogado del colectivo, Carmelo Pascual.
A pesar de que el Consistorio vitoriano siempre ha sabido que la razón ampara al colectivo, y así se lo advirtió también el Ararteko, el equipo de gobierno consideró oportuno anteponer las quejas de los residentes al considerar que su ubicación original era "en uno de los peores sitios posibles". El PP argumentó en su día que la lonja de Martín Olave se sitúa "al lado de un bar conflictivo", que el permiso solicitado "era para menos gente del aforo que en realidad iba a tener" y que este proyecto había generado un conflicto "de primera magnitud".
En otro orden de cosas, la consejera vasca de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, defendió ayer en el Parlamento de Gasteiz el desarrollo del Pacto Social por la Inmigración con un llamamiento a "un esfuerzo social e institucional con los inmigrantes" centrado en la "integración y la convivencia". Zabaleta presentó este documento en la Cámara de Gasteiz.