Pamplona. La enésima disputa entre UPN y PSN ha sido la definitiva. La falta de sintonía personal entre Yolanda Barcina y Roberto Jiménez, la ausencia de una cultura de coalición entre dos partidos más preocupados por demostrar que son diferentes que por gobernar conjuntamente y, sobre todo, una crisis económica que exige medidas impopulares y un desgaste político que nadie ha querido asumir, han resultado definitivos para una formula de Gobierno demandada durante años por algunos de los sectores más conservadores de la comunidad pero que ha terminado en un rotundo fracaso.
La ruptura del pacto entre socialistas y regionalistas oficializado ayer es el final anunciado de un Gobierno inestable desde la propia firma del acuerdo que ni siquiera ha durado apenas un año, durante el que ambos partidos han ofrecido un sinfín de desencuentros, desautorizaciones y reproches mutuos que habían dejado por los credibilidad de la principal institución foral. Así lo advirtió ayer la propia presidenta, que sin embargo atribuyó toda la responsabilidad a Roberto Jiménez, llegando a justificar su cese en que "Navarra no podía tener a un vicepresidente así". Barcina, no obstante, personalizó en el líder socialista todos los problemas de imagen y gestión que se han vivido en el Ejecutivo durante este año, dejando la puerta abierta a futuros acuerdos con el PSN, partido que a permitido a UPN gobernar de forma prácticamente ininterrumpida -con la salvedad de la mayoría con CDN entre 2003 y 2007- desde hace 16 años. Barcina, incluso, telefoneó ayer a Rubalcaba para insistir en la fórmula de acuerdo UPN-PSN como garante de la estabilidad institucional más allá de la figura de Jiménez. Aunque sin lograr ningún compromiso expreso del líder del PSOE.
Los pactos, en cualquier caso, deberán tener lugar ahora en el Parlamento, donde UPN queda en minoría con el insuficiente apoyo incondicional del PP. Un escenario en el que los votos del PSN vuelven a ser imprescindibles para facilitar la acción del nuevo Gobierno, reducido ahora a cinco consejerías con Miranda (Fomento), Sánchez de Muniáin (Presidencia y Administraciones Públicas) y Marta Vera (Bienestar Social) al frente de las carteras de los hasta ayer consejeros socialistas hasta que Barcina nombre la próxima semana a sustitutos definitivos. Personas que a diferencia de los nombramientos realizados por Barcina hace un año -lo que le granjeó críticas dentro de UPN- tendrán un peso político importante dentro del partido.
Pero el PSN no parece por la labor de seguir en el papel de muleta institucional del regionalismo gobernante. Su secretario general, dolido por las "formas", advirtió ayer que su cese "es la expulsión del PSN" del Ejecutivo foral, por lo que el partido pasará hacer la oposición en el Parlamento de Navarra. Jiménez, en un discurso con cierto tono preelectoral, avanzó así la intención de su partido de demandar una comisión de investigación que aclare el estado de las cuentas públicas de la Comunidad Foral, así como la decisión de no apoyar "ningún recorte de los pilares del estado del Bienestar" y promover reformas impositivas que aumenten los ingresos. Concidiones difícilmente asumibles para UPN, algunos de cuyos dirigentes ya advertían ayer que si los socialistas no facilitan la acción de su Gobierno el adelanto electoral será inevitable.
Un escenario cada vez más asumido tanto en UPN con en el PSN, que asumen la dificultad que supone aguantar los tres años que restan de legislatura en las circunstancias actuales y con varios ajustes del gasto público por aplicar en los próximos meses. La duda reside así en cuándo tendrá lugar la convocatoria electoral. Algo que en última instancia depende de la presidenta, la única capacitada para disolver el Parlamento y fijar la fecha electoral.
Barcina apuesta por
un Gobierno en minoría y ocupa las carteras
del PSN con consejeros
ya en el Ejecutivo
El PSN asume el papel de oposición frontal ante el nuevo Ejecutivo de UPN que cuenta ya con el único apoyo del PP
Los regionalistas asumen que habrá adelanto electoral si el PSN obstruye la acción del Gobierno de Navarra