DONOSTIA. "Pueden ser la tercera fuerza política, en ningún caso la primera ni la segunda. La primera está reservada para el PSE/EE y la segunda para el PNV", ha añadido.

En su opinión, el lehendakari, Patxi López, actuará de forma "responsable" y convocará las autonómicas -previstas en principio para febrero o marzo de 2013- cuando sea conveniente para los vascos, una vez que, a su juicio, ha cumplido ya "la misión histórica" que tenía encomendada: "Prometió la paz, el sosiego y la convivencia y mantener el bienestar económico en tiempos de crisis, y ha conseguido los tres objetivos".

"No va a estropear una gestión modélica, que ha provocado el 'milagro vasco', por un afán de retrasar las elecciones y agarrarse al sillón", ha abundado.

"El lehendakari ha conseguido la mayor de las inversiones imaginables para la economía, que es la paz, el mayor bien que existe en el mundo", ha dicho Eguiguren, quien no duda en atribuir al ejecutivo socialista el mérito del final del terrorismo.

"Sin un lehendakari socialista ETA seguiría", ha destacado el presidente del PSE/EE, quien ha explicado que el propio hecho de que los socialistas lograran la Lehendakaritza "ya era una demostración de que no tenía sentido la existencia de ETA".

El presidente de los socialistas vascos cree que los pactos postelectorales son "impredecibles" y que "todos serían posibles si ETA se autodisuelve" antes de los comicios, porque "todo el mundo estaría legitimado para pactar".

No obstante, a su juicio, el PNV no situará entre sus prioridades llegar a acuerdos con EH Bildu, ya que los independentistas son su "principal rival", por lo que "no sólo no tratará de pactar con ellos sino que intentará marginarlos en todos los rincones que pueda".

Eguiguren ha insistido este fin de semana, en un artículo publicado en la prensa vasca, en su defensa de elaborar una constitución vasca, compatible con la española, porque, según explica a EFE, a su juicio "España es un país obsesionado con su unidad" que tiene "problemas de descomposición" derivados de que no se aplicó correctamente la filosofía de la Carta Magna, "que era la de tres naciones históricas y el resto regiones".

En su opinión, para que España se mantenga unida "lo que tiene que hacer es abandonar su obsesión por la unidad y dejar que las nacionalidades históricas sean libres, porque si se sienten libres no van a tener tentaciones de abandonar España".

La actual coyuntura económica, tras la ayuda a la banca cuyas consecuencias "las van a pagar los de siempre y van a ser negativas para el ciudadano", constituye un riesgo de "resurgimiento de los nacionalismos", aunque no tanto en Euskadi, porque " la situación económica no es tan alarmante como en el conjunto de España", sostiene Eguiguren.

Respecto al final de ETA, Eguiguren cree que, pese a que "el PP no ha hecho nada en esta materia", el regreso de la violencia es "imposible", ya que sería "contra las propias bases" de la organización terrorista.

El dirigente socialista defiende que, si el Gobierno sigue "sin hacer nada", deberán ser los partidos vascos los que lo hagan "en el Parlamento", a través de un acuerdo que exija al Ejecutivo pasos más firmes por ejemplo, en la cuestión de los presos de ETA.

Eguiguren considera que la reinserción es un principio general, pero que el abandono de la violencia de ETA exige "una visión específica de la reinserción" para facilitar "la reintegración en la sociedad de todos los que han estado en la lucha armada".

"Existe una situación concreta que exige unas medias concretas y una política de reinserción adecuada al hecho de que se ha producido la paz", ha insistido, tras lo que ha precisado que la legislación actual cuenta con "resortes" para hacerlo sin necesidad de modificaciones.

En su opinión, "un arrepentimiento obligado no es arrepentimiento" y el perdón "queda muy bien para un país católico", pero está relacionado con cuestiones morales y no políticas, por lo que "lo que hace falta es un compromiso de que van a trabajar por la paz y nunca más van a volver al terrorismo".

Eguiguren no ha aclarado si repetirá como parlamentario, tras lo que ha confesado que su "deseo íntimo es ser una persona normal y volver al anonimato", ya que el motivo por el que entró en política "está logrado", en alusión a la consecución de la paz. "Pero una cosa es mi deseo y otra es lo que el partido diga y lo que convenga", ha añadido.