DONOSTIA. El Parlamento Vasco, con el apoyo del PNV, PSE, los parlamentarios expulsados de Aralar y Ezker Anitza-IU, dio ayer el visto bueno al inicio de la tramitación de la ley del Instituto de la Memoria. El PP y UPyD votaron en contra, al considerar que el texto "mezcla" distintas violencias, mientras que Aralar y EA se abstuvieron porque echan en falta una mayor incidencia en el ámbito de las víctimas policiales.

De esta forma, el pleno de la Cámara autonómica aprobó la toma en consideración de la proposición de ley de creación del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, que a partir de ahora deberá iniciar su tramitación en el Legislativo vasco antes de su aprobación definitiva.

La proposición de ley sobre el Instituto de la Memoria contempla en su exposición de motivos la necesidad de atender a las "tres experiencias traumáticas" padecidas por la sociedad vasca en los últimos cien años: la Guerra Civil, la dictadura franquista y la "lacra" del terrorismo, así como a "otros sufrimientos injustos padecidos en un contexto de motivación política", es decir, las víctimas de abusos policiales.

Este es precisamente el motivo de la polémica generada en torno a esta entidad y del rechazo del PP y UPyD a la misma, al entender estas formaciones que la proposición de ley "mezcla" diferentes realidades y víctimas.

Este centro, que tendría un carácter autónomo aunque se integraría en el Gobierno Vasco, tiene el objetivo de coordinar y participar en el diseño de las políticas públicas relativas a los valores éticos y los principios democráticos, con el fin de contribuir a la defensa de los derechos humanos y a la convivencia democrática en la sociedad vasca.

El parlamentario del PNV Iñigo Iturrate destacó la importancia de un centro de estas características, dado que la construcción de la paz y la convivencia no puede hacerse "tapando y olvidando" el pasado. Desde las filas del PSE, Susana Corcuera coincidió en que la construcción de la convivencia debe pasarse en la "memoria".

Mientras, Aintzane Ezenarro, en representación de los tres parlamentarios expulsados de Aralar, afirmó que es necesario tener en cuenta "todas las víctimas de motivación política" que se produjeron durante el siglo pasado para poder lograr la convivencia y una paz "basada en la memoria inclusiva". Por parte del PP, Carlos Olazábal precisó que, a pesar de votar en contra de la toma en consideración de la iniciativa, su grupo trabajará durante la tramitación parlamentaria para tratar de mejorar el texto. A su juicio, la redacción actual de la proposición "mezcla" unas y otras violencias y puede contribuir a que la izquierda abertzale y ETA lo utilicen para "justificar" la violencia.