Algeciras. El Gobierno ordenó el pasado miércoles a patrulleras de la Guardia Civil que escolten a los pescadores gaditanos que faenan en aguas de la bahía de Algeciras cuya explotación está en disputa con las autoridades gibraltareñas. Frente a esta orden, las autoridades británicas han delegado en la policía del Peñón la vigilancia de los intereses de la colonia en un conflicto que, no obstante y según el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, está "a un pelo de solventarse". Pese a todo, el Ejecutivo de Rajoy, acosado por la crisis económica, ha decidido elevar el tono del contencioso, ordenar la suspensión del viaje de la reina a Londres para el jubileo de Isabel II (acción calificada de desaire en Londres) y recurrir a la presencia policial.

Sin embargo y pese a la presencia de la benemérita, no se ha dado ningún incidente en la Bahía de Algeciras.

explicación El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, aseguró ayer que los pescadores españoles que suele faenar en aguas próximas a Gibraltar salieron anoche a faenar con "normalidad" y sin incidente alguno. En los pasillos del Congreso, Cañete invocó el tratado de Utrecht (por el que España cedió el Peñón a Gran Bretaña) recordando éste no reconoce aguas jurisdiccionales al Reino Unido en torno a Gibraltar, por lo que los pescadores españoles pueden desarrollar su actividad pesquera "con absoluta normalidad" con "pleno amparo" del Gobierno.

Desde Gibraltar Picardo resaltó la necesidad de "no vulnerar la legalidad medioambiental" de la colonia con una pesca intensiva y aclaró que no aceptará "imposiciones" desde fuera. El máximo dirigente de la colonia ha lamentado que el problema de Gibraltar sirva de "cabeza de turco" para no hablar de otros como "las ayudas de la Junta de Andalucía por el cable" o "la falta de acuerdo con Marruecos" en relación a la pesca. En esta línea, aseveró que "España tiene 8.000 kilómetros de costa", con lo que no cree que los tres de ellos "sean el principal problema".

decisión El conflicto pesquero con Gibraltar coincide con el "disgusto" expresado por el Gobierno español por la próxima visita a la colonia del príncipe Eduardo de Inglaterra, hijo pequeño de la reina Isabel II. Todo ello unido explica porqué el Ejecutivo de Rajoy aconsejó al Palacio de la Zarzuela que anulase el viaje de la Reina hoy a Londres para celebrar el sexagésimo aniversario de la coronación de Isabel II. El argumento fue, precisamente, evitar que su estancia allí "coincidiera con un incidente" en las aguas de Algeciras. Con este movimiento, el Ejecutivo trata de conseguir tiempo y distancia respecto al recrudecimiento actual de la crisis de la deuda.