Vitoria. La capital alavesa tendrá la última palabra para dar el visto o bueno o rechazar el proyecto del fracking, al menos en lo que a los dos sondeos exploratorios anunciados para final de año se refiere. Ayer el alcalde, Javier Maroto, aseguró que mientras sus técnicos medioambientales no den el visto bueno al proyecto que el Departamento de Industria quiere desarrollar en Subijana de Álava, en el término municipal vitoriano, no habrá fracking en la Green Capital, y de momento no hay plácet. Aunque en materia medioambiental el Ayuntamiento debe acatar el visto bueno del Gobierno central, según el Ejecutivo vasco, las licencias de obra y actividad son cuestión urbanística, y ahí es donde los técnicos municipales congelaron el proyecto. El Departamento de Industria del Gobierno Vasco debía así rehacer una petición de licencia que según el Ayuntamiento se limita a detallar la obra civil y que por tanto no aporta seguridad. "El otorgamiento de licencias, incluso para la exploración, es el momento decisivo, y cuando los técnicos liderados por Luis Andrés Orive -diseñador de la política medioambiental de Vitoria y recuperado por Maroto- dicen que las empresas no han presentado las garantías suficientes tienen mi respaldo. Eso les tiene que dejar tranquilos", dijo el alcalde a la oposición.

Maroto comparecía a petición de Bildu para dar cuenta de su postura con respecto a la modificación de la Ley de Conservación de la Naturaleza que da vía libre a la actividad extractiva controlada en parques naturales. La proposición de Ley del PSE, que se presentó en el Parlamento para evitar pagar indemnizaciones a diversas empresas cantereras que recurrieron a los tribunales el veto establecido en 2010, abre en principio la puerta a la aplicación de la fractura hidráulica en los Montes de Vitoria, pues la Ley no especifica si se refiere a áridos o a hidrocarburos.

Así quedó patente al menos cuando el propio director de Energía del Gobierno Vasco, Jorge Letamendia, afirmó en las Juntas Generales alavesas que nada en la legislación impide llevar el fracking a un Parque Natural, el mismo día en que la propuesta de modificación llegaba al Parlamento autonómico.

Ayer Maroto apelaba al voto favorable del PNV al cambio legal para justificar el de su propia formación y afirmar que la eliminación del párrafo cuarto del artículo 17 de la norma "no tiene nada que ver con el fracking". El concejal jeltzale, Álvaro Iturritxa, recogía la "patata caliente" del primer edil y recordaba que ya en 2010 el PNV se opuso a vetar el acceso de las firmas cantereras a parques naturales para evitar el pago de indemnizaciones, y reclamó, como ya ha hecho en anteriores ocasiones, que se establezca un perímetro de seguridad en torno al acuífero de Subijana para protegerlo de eventuales afecciones por la fractura hidráulica.

El PNV pidió además la tramitación de una moratoria a la práctica del fracking, acogiéndose a las reservas mostradas en las jornadas sobre el tema celebradas en Villa Suso por el consultor para esta materia del Parlamento Europeo. Países como Francia y algunos estados de EEUU han recurrido a esta figura de la moratoria mientras se alcanza un consenso científico sobre esta técnica de extracción de hidrocarburos.

Aunque Maroto no respondió a las peticiones del PNV, sí insistió en que para él la "única prioridad en este asunto es la seguridad absoluta. Cada vez que tenga que elegir -dijo- entre los valores del fracking y de la Green Capital me quedaré con los de la Green Capital".