Vitoria. "No podemos permitir que el señor Ares siga escondiéndose bajo la toga de los jueces, para no rendir cuentas. Tampoco vamos a aceptar que el único escenario posible para esclarecer los hechos sean los tribunales de justicia. Ni que las responsabilidades recaigan única y exclusivamente en los funcionarios públicos que intervinieron directamente en el operativo". Hasta el momento, el PNV había mantenido una actitud bastante cautelosa en relación con el caso de la muerte de Iñigo Cabacas a consecuencia de un pelotazo de la Ertzaintza el pasado 5 de abril. Pero ayer el PNV comenzó a dar muestras de impaciencia por lo que consideró una actitud "obstruccionista" por parte del consejero a causa del "auténtico apagón informativo auspiciado" por Rodolfo Ares desde su comparecencia en Comisión el pasado 12 de abril, que busca "no responder políticamente ante el Parlamento y ante la ciudadanía".

El parlamentario jeltzale Mikel Martinez explicó en rueda de prensa en la Cámara vasca que, ante esta situación, ha registrado una interpelación al consejero para que en el próximo Pleno de control al Gobierno, el viernes 18, informe sobre los avances de la investigación interna activada en su día para esclarecer hasta el final los hechos acontecidos en esa actuación policial, desde la planificación de la seguridad que afectaba a toda la jornada deportiva hasta el momento de los desgraciados acontecimientos. Ares ya ha comunicado a la Cámara que ese día no asistirá al Pleno porque tomará parte en el Congreso de Memoria y Convivencia que celebra el Gobierno Vasco en Bilbao la semana que viene, una circunstancia que ya conocía el PNV, que Martinez no consideró una "casualidad" y que confió en que se corrija.

El paso de ayer parece anticipar un cambio de postura o, al menos, una llamada de atención por parte del PNV, que hasta ahora había mantenido un discurso más bien prudente en torno a las posibles responsabilidades de la consejería en el caso Cabacas, hasta el punto de que el partido se desmarcó públicamente de unas declaraciones del jeltzale Emilio Olabarria en las que pidió la dimisión de Rodolfo Ares.

nueva normativa Precisamente, ayer entró en vigor la nueva regulación del material antidisturbios de la Ertzaintza, que restringe el uso de lanzapelotas y de las porras (bastones policiales), según informó en un comunicado el Departamento de Interior. Además, se ha regulado la creación de una Comisión Operativa para evaluar los despliegues policiales en que se emplean escopetas lanzadoras de pelotas y porras. La nueva norma, que tendrá su continuidad en otra Instrucción específica para los nuevos lanzadores de 40 milímetros, pone al día la utilización de los lanzapelotas y los bastones policiales. Además, ya han comenzado a formarse los agentes para el uso de los nuevos lanzadores de pelotas, que sustituirán de manera progresiva este año a los actuales.

Se restringe así el uso de la escopeta lanzapelotas a situaciones en que "exista un riesgo para la vida o la integridad de los agentes o de terceras personas, y sólo cuando no sea posible resolver la situación por otros medios". La instrucción recoge que los primeros disparos deberán ser salvas de aviso, sin pelota, y a una distancia mínima de 10 metros. La intensidad de las bocachas deberá ser "suave" o "media", de manera que la posición de "fuerte" sea empleada exclusivamente para las unidades especializadas de las brigadas Móvil y de Refuerzo.

Esas dos unidades serán las únicas autorizadas a seguir utilizando los lanzapelotas a partir del 1 de enero de 2013, cuando actúen en situaciones de especial riesgo, siempre desde distancias marcadas.

La Ertzaintza ha limitado el uso de las porras de manera que su versión extensible quedará "relegada a los agentes que actúen no uniformados y que hayan recibido la formación pertinente". El uso del bastón policial "deberá ser gradual, primándose su utilización como una extensión del brazo que sirva para acotar o para alejar a posibles agresores y sólo en determinadas circunstancia como arma para golpear". En este último caso, los golpes deberán ser siempre descendentes y evitar impactos fortuitos sobre partes vitales del cuerpo, como la cabeza.

La utilización del material antidisturbios deberá ser comunicada al Centro de Mando de la Policía vasca y la nueva regulación delimita también el empleo de grabaciones de vídeo.