vitoria. Antonio Basagoiti ha incendiado el pacto entre PSE y PP y deja a su suerte al lehendakari Patxi López. Tres años después de la firma del Acuerdo de en Euskadi, el líder de los populares de la CAV ha dado por finalizada una entente que pasará a la historia por haber provocado la creación del primer Gobierno vasco constitucionalista.

Basagoiti afirmó ayer que el pacto que sostiene a López al frente del Gobierno vasco desde el Parlamento está "agotado" y planteó oficialmente la necesidad de convocar elecciones anticipadas. En los últimos tiempos las discrepancias entre los socios eran notorias y cada semana subían de tono, especialmente por parte del dirigente popular, aunque últimamente el lehendakari también entraba al juego. Inicialmente, las desavenencias giraban en torno a cuestiones económicas como la reforma fiscal o la deuda pública, pero a raíz del anuncio de abandono de la violencia por parte de ETA el pasado 20 de octubre los encontronazos verbales se han producido también sobre esta materia.

Sin embargo, el detonante de la ruptura ha sido la decisión del Ejecutivo socialista de recurrir ante los tribunales las reformas económicas promovidas por el gabinete de Mariano Rajoy en Sanidad y Educación, en un intento por defender el autogobierno. "No es normal que un Gobierno plantee iniciativas que agreden a quien le apoya", declaró ayer Basagoiti en una entrevista a Punto Radio.

Basagoiti eligió bien el día para escenificar la ruptura con su socio. Ayer se cumplía el tercer aniversario de la toma de posesión del lehendakari López en la Casa de Juntas de Gernika. Y también ayer la consejera de Educación, Isabel Celaá, y el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, anunciaron que van a presentar los recursos ante el Tribunal Constitucional (TC) contra los recortes aprobados por el Gobierno de Rajoy. En la práctica la ruptura no tiene consecuencias directas sobre el Gobierno vasco, ya que en tanto no medie una moción de censura o una cuestión de confianza, el lehendakari López seguirá en el cargo. Basagoiti no baraja plantear ninguna moción de censura que sustancie una intención real de desalojar al jefe del Ejecutivo vasco. Entre otras cosas porque para hacerla viable necesitaría el apoyo del PNV y, en este supuesto, tendrían que presentar un candidato alternativo. Los jeltzales en ningún caso entrarían a una iniciativa de este tipo con quienes en su día optaron por pactar con el PSE. El partido de Urkullu, por contra, urge a López a que presente una cuestión de confianza para que se retrate en el Parlamento Vasco el apoyo con que cuenta su Gobierno. De hacerlo forzaría al PP a decantarse y si le negara su respaldo, López se vería obligado a dimitir. No parece que el lehendakari vaya a poner en bandeja su cabeza de motu proprio porque se lo pida el PNV y prefiere retar al Partido Popular a que presente una moción de censura. Dado que no tendrá consecuencias en el plano institucional, la ruptura del pacto con los socialistas tiene una lectura más política y electoralista. Los dos socios de la sociedad ayer extinguida sacan réditos de su distanciamiento, ya que comienzan a trazar un perfil propio y diferenciado de cara a las próximas elecciones autonómicas vascas, sean estas dentro de seis meses o dentro de diez.

rajoy no lo sabía El anuncio de ruptura del pacto se produce a cuatro días del XIII Congreso regional del PP de la CAV que con toda seguridad reelegirá el próximo sábado a Basagoiti como presidente de la formación y a Iñaki Oyarzábal como número dos del partido. La decisión de dar por roto el pacto con los socialistas permitirá al presidente de los populares vascos llegar reforzado al cónclave. Ante las cada vez más sonoras voces de su partido que pedían firmeza ante un López rebelde con las medidas impulsadas desde el Gobierno de Rajoy, Basagoiti responde con un órdago a la pequeña y se adueña del protagonismo político que el lehendakari había acaparado sacando músculo autonomista con su recurso ante el TC por invasión de competencias en Educación y Sanidad. Fuentes del PP consultadas confirman que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no estaba al tanto de la decisión de Basagoiti de pedir un adelanto electoral en Euskadi. Junto con Oyarzábal, llevaba varios días meditando este asunto y la posibilidad de anunciarlo ya o aplazarlo hasta el congreso del fin de semana. Toda la plana mayor del partido en Euskadi y en el Estado español respaldó la decisión del presidente del PP en Euskadi. Se abre ahora la incógnita del perfil que presentará el PP en el Parlamento Vasco. Sus trece escaños han permitido a los socialistas (tienen 25 actas) sacar adelante muchas de sus propuestas, incluidos los presupuestos. Los populares retiran ahora el apoyo que han dado al PSE desde 2009 y decidirán en cada caso si dan su respaldo a las iniciativas socialistas.