Vitoria. La tutela de Alemania y de la UE sobre la estrategia de la política económica del Gobierno de Rajoy es cada vez más evidente. Prueba de ello es la reunión que ayer mantuvieron en Santiago de Compostela la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el responsable alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, el número dos de la canciller Angela Merkel. En la cita, a puerta cerrada, se debatió el impacto de las medidas de austeridad en el empleo, así como las políticas fiscales para reducir la deuda. Allí, el cerebro gris del Gobierno conservador de Alemania recibió de primera mano las explicaciones de las reformas, presentes y futuras, del Gobierno del PP.
El ministro alemán de Finanzas dio el visto bueno a los recortes y consideró posteriormente en conferencia de prensa que la hoja de ruta del Gobierno español es la correcta y subrayó: "Tenemos plena confianza en España, estamos convencidos de que estas medidas van a surtir efecto paso a paso". Destacó que es "importante mantener los compromisos" sobre el pacto fiscal y "controlar" que los bancos europeos tengan "capitalización suficiente". "No ignoramos que los mercados siguen nerviosos", dijo el ministro alemán, y puntualizó que esa situación cambiará solo si se consigue convencer a los mercados de las correcciones.
No obstante, abogó por "mantener firmes esas decisiones" y "llevar a la práctica" el pacto para la consolidación fiscal, lo que constituye la "mejor condición", en su opinión, para "generar crecimiento sostenible", tal y como había dicho De Guindos. Schäuble subrayó que "ya estaba previsto" discutir en la cumbre de julio de la Unión Europea (UE), la posible adopción de medidas para estimular el crecimiento. Apuntó, además, que De Guindos tuvo una "acogida excepcional" en una reciente intervención ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), donde planteó su paquete de ajustes.
Por parte española, el ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró que "no existe incompatibilidad entre ajuste presupuestario y crecimiento económico", mientras que su colega, el titular alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, lo respaldó y calificó de "impresionantes" las medidas de ajuste adoptadas por España. De Guindos insistió en la necesidad de una "reconducción del déficit público, que era inaceptable", y en "la fórmula de la austeridad, unida a las reformas económicas necesarias", como la laboral porque: "Es lo que creemos para España, y así lo hacemos, desde el punto de vista de la convicción". El ministro explicó que, a su juicio, "esta es la mejor política para España y para nuestra contribución al futuro del euro".
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que también participó en este encuentro aseguró a un grupo de periodistas que España está "haciendo la reforma del sistema financiero con un objetivo fundamental, que es recuperar la credibilidad" y reanudar el crédito a las empresas.