Vitoria. Con poco más de un mes de vida, el nuevo Araba Buru Batzar tiene ante sí una delicada agenda de trabajo que deberá incluir generosas dosis de mano izquierda por parte de Xabier Agirre para cicatrizar la herida aún fresca que dejaron las últimas elecciones internas. No será el único reto. También abordará, probablemente después de las vacaciones estivales, la confección de la lista electoral que la formación jeltzale presentará a los comicios autonómicos en representación del territorio alavés.
Por mucho que el nuevo líder de los jeltzales se empeñara en destacar tras su elección la necesidad de unión entre la familia nacionalista en este nuevo tiempo, los hechos demuestran que el sector abanderado por el expresidente del ABB Iñaki Gerenabarrena no comulga con estas tesis. Para muestra, el botón de la asamblea ordinaria -la única de este carácter que congrega de forma anual a las bases del PNV alavés- celebrada hace poco más de una semana en Vitoria.
El repaso de lo acontecido durante el último ejercicio sirvió de acicate a las voces afines a Gerenabarrena y los puntos de vista enfrentados sobre este episodio volvieron a situarse sobre la mesa. Afiliados presentes en el encuentro destacaron que las divergencias no llegaron "a mayores", aunque la participación directa en el debate del propio Gerenabarrena da una muestra de su calado.
Para entender esta situación es recomendable volver la vista a atrás y recordar cómo transcurrió la elección de la Ejecutiva jeltzale. Antes de que concluyera la segunda vuelta, los votos obtenidos por la candidatura de Agirre en Laudio resultaron decisivos para decantar la balanza a favor del ex diputado general, tal y como relató DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el pasado 20 de marzo. Cuatro días más tarde estaba prevista la Asamblea Territorial que ratificaría este cargo y determinaría, basándose en los votos de las asambleas locales, la identidad de los burukides que acompañarían a Agirre en su nueva andadura.
La víspera, Gerenabarrena decidió convocar de forma inusual a los medios de comunicación para mostrarse como "garante" de la elección de Agirre y, de paso, cargar contra las voces críticas con la forma de gestionar el partido que había implantado en esta última década.
La Asamblea eligió a Agirre, pero también a una lista de 14 burukides entre los que existió una mayoría de afines a Gerenabarrena. El conflicto persistía. Un recurso ante los órganos internos del partido al constatar anomalías en el traslado de la decisión de los batzokis a la votación definitiva motivó que la Comisión Arbitral ordenara repetir los comicios, lo que provocó la espantada del sector afín a Gerenabarrena y la confección de una Ejecutiva integrada de forma exclusiva por los compañeros de Agirre en la plancha electoral.
cita con las urnas No será hasta septiembre cuando el ABB comience a esbozar la lista de dirigentes alaveses que asuman la representación electoral de este territorio en la carrera al Parlamento Vasco. Las dudas sobre si el lehendakari agotará la legislatura o adelantará la fecha electoral pueden variar este calendario previo, aunque desde el ABB se muestran partidarios de comenzar este trabajo tras las vacaciones estivales para que un posible adelanto no les sorprenda con los deberes sin hacer.
Al igual que sucede en la elección de los cargos internos, la elaboración de las planchas también pasa por el exhaustivo filtro democrático del PNV, aunque en esta ocasión existe una diferencia determinante con respecto, por ejemplo, a la elección de la Ejecutiva. El aparato propondrá cerca de la mitad de los 25 aspirantes a la Cámara vasca que el PNV llevará a las urnas, lo que aleja la posibilidad de que el sector crítico imponga sus propios nombres, al menos de forma mayoritaria.
Fuentes conocedoras del proceso advierten de que es "muy raro que entre los primeros puestos -los que verdaderamente cuentan con posibilidades de salir elegidos- se cuele algún nombre que no haya puesto el aparato".
También a diferencia del último proceso interno que desembocó en la elección del ABB, en la elaboración de las planchas autonómicas la lista que surja tras su paso por las asambleas locales y el cónclave territorial derivará a la Asamblea Nacional, órgano éste con capacidad de alterar el orden de los puestos. Y la decisión no es baladí, ya que en Sabin Etxea la meta de recuperar el Gobierno Vasco está escrita en mayúsculas desde el mismo momento en que el pacto PSE-PP privó a los jeltzales del control gubernamental, por lo que no se descuidará ni un detalle de las planchas que pudiera desequilibrar este reto.
La decisión de la Asamblea Nacional pondrá fin a un proceso que se prolongará durante mes y medio, aproximadamente, para fijar la apuesta electoral del PNV alavés.
contacto directo Hasta que llegue el momento de pensar en las elecciones autonómicas, el equipo más próximo a Agirre deberá conocer de primera mano las inquietudes del territorio para actuar en consonancia. En este contexto, fuentes del partido destacan que tan importante como las áreas de trabajo asignadas a los burukides serán las áreas geográficas. Así, la mano derecha del exdiputado general, Claudio Rodríguez, trabajará en la zona de Valles Alaveses y Trebiño, mientras que Jon Uriarte y la exedil Beatriz Artolazabal se ocuparán de Gasteiz. Borja Ormaetxea, en Aiala; Irune Muguruza, en la Llanada; José Antonio Suso, en Montaña; y Goio Garrido, en Rioja Alavesa, completan el círculo de estrechos colaboradores a los que Agirre ha encomendado estas misiones.