Edimburgo (R.Unido), 25 ene (EFE).- El ministro principal de Escocia, Alex Salmond, desveló hoy que la pregunta que se hará a los escoceses en el referéndum que planea para el año 2014 será: "¿Está de acuerdo en que Escocia sea un país independiente?".
Salmond detalló en el Parlamento escocés en Edimburgo el plan para convocar un plebiscito sobre la independencia de Escocia, que desde hace 300 años forma parte del Reino Unido.
Al dar a conocer su proyecto, el político nacionalista dijo que deberían tener derecho al voto aquellas personas que residan en Escocia y tengan al menos 16 años de edad, y auguró que los próximos dos años serán "los más emocionantes" en la historia de esta región.
El líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP, siglas en inglés) calificó esta votación como la "decisión más importante para la población de Escocia en 300 años", en referencia al tiempo transcurrido desde la llamada Acta de Unión de 1707, por la que Inglaterra y Escocia están unidas.
Salmond defiende que una Escocia independiente será modelo de sociedad más justa y tolerante gracias a las medidas que se han implantado en su autonomía, además de argumentar que hará más positivas las relaciones con Inglaterra.
"La gente que vive y trabaja en Escocia está mejor situada para decidir su futuro", afirmó Salmond, que pretende ampliar el derecho a participar en el referéndum a los escoceses "de 16 y 17 años".
Las encuestas señalan que el apoyo a la opción de la independencia, de momento no respaldada por una amplia mayoría, es no obstante mayor entre los escoceses más jóvenes.
Durante el debate, el líder nacionalista opinó que, si a los 16 años se puede contraer matrimonio, apuntarse en el Ejército y pagar impuestos, también deberían "tener una voz sobre el futuro constitucional" de Escocia.
Sobre el calendario de la consulta, Salmond dijo que su objetivo es que sea en el otoño de 2014 para dar tiempo a preparar bien el plebiscio.
El líder nacionalista quiere la consulta en otoño de 2014 porque se cumplirán 700 años de la Batalla de Bannockburn, una victoria escocesa frente a Inglaterra en las guerras de independencia de Escocia, y porque tendrá más tiempo para recabar apoyos.
Sin embargo, el primer ministro británico, David Cameron, quiere que el plebiscito se celebre en 2013 para poner fin a una incertidumbre que considera es perjudicial para la economía escocesa.
Salmond argumentó que las decisiones sobre el referéndum deben ser tomadas por el Parlamento de Escocia y no por el británico en Westminster, Londres.
"La independencia está basada en una idea simple. La gente que se preocupa más por Escocia debería ser la que toma las decisiones sobre el futuro de la nación", afirmó Salmond, cuya propuesta contempla mantener a la reina Isabel II como jefa de Estado.
También prometió mantener lo que describió como una "nueva unión social" con el resto de las regiones británicas y el mundo, y afirmó que "no tendremos a nuestros jóvenes soldados en guerras ilegales como Irak y no tendremos armas nucleares en territorio escocés".
El líder nacionalista también recordó que la ONU se formó cuando había cincuenta naciones independientes en todo el mundo, pero hoy día hay cerca de 200.
"Yo quiero que Escocia sea independiente -añadió-, no porque crea que somos mejores que cualquier otro país, sino porque somos tan buenos como cualquier otro país. Como otras naciones, nuestro futuro, nuestros recursos y nuestro éxito deberían estar en nuestras manos".
El esperado discurso tuvo lugar, de forma simbólica, el día del aniverario del nacimiento de Robert Burns, el poeta nacional de Escocia (1759-176).
En este sentido, Willie Rennie, líder liberaldemócrata de Escocia, dijo que la declaración de Salmond fue "más Shakespeare que Burns", en referencia a su contenido de "mucho ruido y pocas nueces", y estuvo llena de "cálculos políticos".
Por su parte, Johann Lamont, líder laborista escocés, también criticó al ministro principal, del que dijo que se preocupa más del debate sobre la independencia que de la crisis. EFE