Vitoria. El 35,36% de los votos es el que ayer respaldó a la lista alternativa encabezada por el edil gasteiztarra Juan Carlos Alonso en el Congreso Extraordinario en el que los socialistas alaveses designaron a su delegación para el cónclave federal de Sevilla del primer fin de semana de febrero. Un respaldo menor al cosechado en las dos asambleas de Gasteiz, que evidencia en parte el peso menor aunque importante que ostentan las otras siete agrupaciones del territorio y el respaldo más holgado con el que parece contar la plancha oficial, liderada por Txarli Prieto y secundado finalmente por la que fuera subdelegada del Gobierno en Araba Gloria Sánchez, fuera de la capital. No en vano, la tercera de lista era Rosa Fresno, secretaria general del partido en Rioja Alavesa, y uno de los suplentes, su homólogo en Amurrio. Un Congreso menos plácido, o más activo quizá, que el que paralelamente se vivió en Bizkaia, donde la única lista -liderada por Patxi López- fue aprobada sin oposición con más del 80% de los votos.

En lo puramente resultadista, el socialismo alavés irá a Sevilla con dos votos para el exministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y un tercero aún en el aire, el correspondiente a esa lista alternativa.

En el apartado más programático, este grupo de militantes y cuadros del PSE de Álava que promueven este movimiento de cambio han logrado que sus cuatro enmiendas más importantes a la ponencia marco sean aprobadas, así que se debatirán en el cónclave de febrero. Estas cuatro enmiendas defienden el proceso de primarias para la elección de los secretarios generales, las listas abiertas, un sistema de congresos más extendido en el tiempo que propicie la participación y la transparencia del partido, relativa a la declaración pública de bienes e intereses y al régimen de incompatibilidades. El debate también ha deparado un rechazo del plenario alavés al informe de gestión de los Órganos Federales, es decir, que el PSE de Araba llevará a Sevilla una reprobación de la actividad desarrollada por la dirección del PSOE, encabezada por José Luis Rodríguez Zapatero.

el peso del territorio Representantes del sector del partido que ayer respaldó la lista de Juan Carlos Alonso restaron trascendencia al hecho de que el apoyo conseguido por sus listas en las dos asambleas de Gasteiz -donde lograron un práctico empate técnico con la oficial- quedara ayer reducido al 35%. Una variación que explicaron por la entrada en el plenario de los delegados de las otras siete agrupaciones locales del territorio, que representan en torno al 15% de la militancia. Además, en el Congreso de ayer entraron los cinco representantes de las Juventudes Socialistas, tres de los cuales apoyaron la plancha alternativa, lo que fue valorado muy positivamente por este grupo como un síntoma del empuje que la renovación que defienden tiene entre las bases más jóvenes del partido.

En total, 53 compromisarios apoyaron la lista de Txarli Prieto frente a los 29 que respaldaron la de Juan Carlos Alonso. Hubo un voto en blanco.

A partir de ahí, Juan Carlos Alonso acude a Sevilla, con un "mandato abierto". Es decir, su voto en favor de Rubalcaba, de Carme Chacón o de cualquier tercera vía de última hora que pueda aparecer dependerá de la aproximación programática que éstos puedan tener con el corpus que representan esas cuatro enmiendas aprobadas ayer en Gasteiz. "No vamos a un casting, a elegir entre currículos o por cuestión de género", insistió ayer a este periódico el propio Alonso.

tensiones Esto en lo que se refiere estrictamente al Congreso Federal de febrero. Porque ayer en el Hotel Ciudad de Vitoria se respiraba tensión. Este grupo alternativo o por el cambio insiste en desmarcarse de un intento por precipitar la renovación de la actual dirección del socialismo alavés, pero ayer se aferraban a ese 35% del partido en Álava y en torno al 50% de Gasteiz que defiende una mayor democracia interna y más apertura a la sociedad. "Los electores nos han dicho que hemos perdido crédito y creemos que para recuperarlo es necesario cambiar el rumbo, cambiar los liderazgos", sostienen.

En este sentido, no han sentado demasiado bien entre estas filas las declaraciones de los últimos días de Txarli Prieto, en lo que interpretan como un intento de convertir esto en un "debate personal", concretamente entre el propio Prieto y el expresidente del Senado, Javier Rojo: "No estamos en clave de si sobra o no alguien". Esta tensión se ha palpado incluso en las redes sociales: "Efectivamente, aquí lo del sector 'renovador' se parece más a Juego de Tronos que a otra cosa. Además, como les vale todo...".

En cualquier caso, la apuesta alternativa se propone ahora, tras la prueba del Congreso de ayer, "ir ganando crédito y credibilidad". Este grupo, sector ya de algún modo tras oficializarse su presencia en el seno del socialismo alavés, asegura que mantendrá un "debate de guante blanco para sumar adeptos de aquí al Congreso de Álava", un proceso que teóricamente debería durar en torno a un año, salvo que en Sevilla se decidiera alguna reforma estatutaria que, por ejemplo, introdujera mecanismos como las primarias para elegir a los candidatos. Esta apuesta, advierten, es "de muy largo alcance"; se han puesto a prueba y en el PSE alavés, dicen, "hay agua en la piscina" para abordar un rearme del socialismo desde una perspectiva de mayor democracia interna y más contacto con la sociedad.