Madrid. La atonía económica y el elevado desempleo provocarán que 510.000 familias pierdan su casa por los procedimientos de ejecución hipotecaria entre 2012 y 2015, lo que arrojará unas pérdidas de 34.000 millones en la banca en ese mismo periodo en hipotecas particulares.
Esta es una de las principales conclusiones de un estudio elaborado por la Asociación de Afectados por Embargos y Subastas (AFES) focalizado en el impacto de la mora hipotecaria en el marco de la crisis económica actual.
Esta situación, según el informe, generará una bolsa extraordinaria de economía sumergida durante los próximos cuatro años por la incobrabilidad de las deudas y una revisión total del sistema de crédito y garantías.
Sólo en 2012, un total de 135.000 familias sufrirán un desahucio, lo que arrojará unas pérdidas de 18.000 millones de euros en la banca este año, provocará un aumento del riesgo reputacional de la banca, y una bajada continua del mercado.
En el periodo comprendido entre 2008 y 2011, unas 150.000 familias perdieron su vivienda por la crisis, lo que provocó unas pérdidas de 8.000 millones en la banca, una "profunda brecha" entre ciudadanía y banca y un "brusco parón" del mercado.
Así, el estudio asegura que la recuperación del mercado inmobiliario será uno de los grandes retos del nuevo Gobierno del PP, que ya ha adoptado "medidas urgentes" para reactivar el sector. "No será una tarea fácil, ya que el panorama se presenta complicado", señala.
El presidente de AFES, Carlos Baños, confía en que las nuevas medidas aborden los costes de las entidades en materia de provisiones y en que la lucha contra la economía sumergida consiga abrir el debate sobre el procedimiento de ejecución hipotecaria como resolución al conflicto de la mora. La atonía económica y el elevado desempleo han llevado a que 135.000 familias estén sufriendo un procedimiento de ejecución hipotecaria, lo que arrojará unas pérdidas de 18.000 millones de euros en la banca para este año, según el estudio de la asociación AFES. Esta "situación crítica" de las entidades financieras se plasma en sus balances, que arrojarán unas pérdidas totales de 34.000 millones de euros procedentes de hipotecas a particulares en 2015. Una cifra que se desglosa por fases. De 2008 a 2011 ascendió a 8.000 millones y en 2012 los procedimientos se traducirán en unos números rojos de 18.000 millones para alcanzar en 2015 los 34.000 millones de euros.
El estudio denuncia además que "las posturas de los bancos y la ciudadanía están distanciadas y cada vez más se está radicalizando el mensaje del ciudadano".