SANTANDER. El pequeño paseaba con su abuelo por la zona y se soltó de su mano para correr en busca de un perro. Así fue como accedió a las vías en el momento en el que pasaba un tren que se dirigía hacia Puente San Miguel.

Según han informado a Efe fuentes policiales y de la compañía ferroviaria, el suceso ocurrió a las 12:55 horas junto a un paso a nivel sin barreras conocido como el paso de la gasolinera, a unos 150 metros de un asentamiento de familias gitanas en el que vive el abuelo del menor.

A pesar de la intervención de la UVI móvil del Hospital Sierrallana, situado cerca del lugar, y de los intentos por reanimarle, no fue posible salvar la vida del niño, ha indicado el Servicio Cántabro de Salud (SCS).

Esta tarde el padre lloraba desconsolado en el lugar del suceso que, según ha comentado a esta agencia, se produjo al soltarse el pequeño para seguir al perro.

También otros familiares y vecinos del asentamiento se han acercado a lo largo del día a este punto y han recordado que no es el primer atropello mortal que se produce en esta zona.

En esta ocasión ha sido prácticamente en el paso a nivel, solo a unos metros, pero desde 1999 ha habido al menos otros dos arrollamientos a poca distancia, cerca del apeadero. En 1999 murió un hombre de 82 años y en 2007 falleció una mujer.

En el lugar del accidente hay un paso a nivel de clase B, que cuenta con señalización luminosa y acústica, pero no tiene barreras. Según Feve, es un punto con poco tráfico de vehículos.

Quince minutos después del suceso ya se había restablecido el tráfico ferroviario.