vitoria. La falta de mensajes del PP sobre sus planes para el nuevo Ejecutivo, la ausencia total de concreción sobre las fórmulas a aplicar y, sobre todo, el mutismo de su líder, Mariano Rajoy, encerrado en la calle Génova desde el domingo mientras la crisis de la deuda se recrudece al igual que la disputa por los eurobonos, han disparado los rumores sobre qué está haciendo el futuro presidente del Gobierno. De lo poco que se sabe sólo se pueden sacar tres conclusiones: lo primero que hizo fue rendir cuentas (telefónicamente) ante Merkel y Sarkozy para después callar ante las exigencias germanas de más recortes; lo segundo, citar a los grandes banqueros del país para evaluar sus inquietudes, y, lo tercero; tener que desmentir que esté valorando pedir ayuda externa para sacar a España de la actual crisis de deuda.
Y es que la cúpula del PP se vio ayer obligada a desmentir categóricamente una información facilitada por Reuters según la cual Rajoy tendría encima de la mesa, como opción, la de solicitar créditos para garantizar los pagos que tiene que hacer España en 2012 (117.477 millones de euros, a partir de abril). La duda es si esa ayuda vendría del FMI (que ha habilitado una línea de crédito de 46.650 millones a la que Rajoy podría acogerse), o a través de un rescate directo del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (que de cumplirse los acuerdos del 26 de octubre estaría dotado con un billón de euros). Reuters citaba a un alto cargo del PP, quien aseguraba que "no creo que la decisión (de ayuda internacional) se haya tomado, pero claro, está encima de la mesa porque a mí se me ha preguntado por ello. Eso tiene sus tiempos. Necesitamos saber más acerca de la situación actual". Eso sí, esa fuente anónima añadía: "Si lo tenemos que hacer, lo tenemos que hacer ya".
Ante el revuelo creado, la cúpula del PP (que no el próximo jefe del Gobierno) desmentía la posibilidad de un rescate y aseguraba que lo único que está haciendo ahora el equipo que asesora a Rajoy es evaluar la situación real de las finanzas públicas.
Las reuniones Y mientras tanto el líder popular prima las reuniones con los grandes banqueros del país. El primero en reunirse con él fue, hace tres días, Rodrigo Rato, actual responsable de Bankia, pero también expresidente del FMI, exministro de Economía y hombre fuerte del PP en esta materia. De aquella reunión sólo trascendió la posibilidad de que Rato tutele las políticas económicas del Gobierno, circunstancia que ayer negó a medias el propio presidente de Bankia: dijo no haber dado consejos a Rajoy, pero añadió que porque "soy militante del PP". Es decir, que entonces Rodrigo Rato habría acudido a la sede popular de Génova en calidad de asesor del presidente de su partido.
Pero es que después de Rato fueron Francisco González, máximo dirigente del BBVA, e Isidre Fainé responsable de La Caixa, quienes visitaron a Rajoy. Además, según El País "es posible que haya más, porque el secretismo es total y el PP no informa oficialmente de estas reuniones, que se conocen por indiscreciones o porque los periodistas ven salir a los banqueros por la puerta de Génova".