EL CAIRO. Un portavoz del Ministerio de Sanidad ha precisado, en declaraciones a la agencia de noticias oficial, MENA, que en la reyerta ha muerto Ahmed Mahmud, un joven de 23 años que murió en un hospital tras recibir una herida de bala.
La segunda víctima mortal es Baha al Sonusy, de 26 años, que ha fallecido a causa de un disparo recibido en la cabeza en el transcurso de los disturbios entre manifestantes y policías en la ciudad de Alejandría, en el norte del país, según ha declarado al diario egipcio 'Al Masry al Youm' el líder del Partido Al Masry, Sameh al Barqy.
Un periodista de la cadena panárabe Al Yazira Adam Makary ha informado a través de su perfil en la red social Twitter de una tercera persona fallecida también en Alejandría, citando informaciones de MENA. Reuters también ha recogido este fallecimiento.
Emulando los 18 días de protestas que concluyeron en la caída del ex presidente egipcio Hosni Mubarak, las miles de personas congregadas en la plaza Tahrir han vuelto a clamar el cántico 'El pueblo quiere derrocar al régimen'. Unas 5.000 personas se han agolpado en la plaza Tahrir durante la tarde de este sábado.
CAPITULOS DE VIOLENCIA
Los asistentes a la protesta se han abalanzado sobre los agentes policiales y les han lanzado fragmentos de pavimento. La Policía ha respondido disparando pelotas de goma y gas lacrimógeno.
La Policía "recurrió a 20 camiones para dispersar de manera forzosa a una decena de manifestantes pacíficos eta mañana", ha reprochado Salah Said, uno de los asistentes a la protesta. "Ahora, miles de egipcios están protestando en Tahrir. No necesitamos al corrupto Ministerio del Interior o al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas --el órgano que gobierna el país 'de facto'--", ha añadido.
Un oficial de la seguridad ha reconocido este sábado que la Policía ha hecho uso de métodos que no están amparados en la ley para lidiar con los individuos "problemáticos", a lo que los manifestantes han alegado que los policías han irrumpido de forma violenta para dispersar una sentada pacífica.
Testigos presenciales han relatado que varios edificios y hasta tres coches han sido incendiados. Según ha aseverado Reuters, la mayoría de los manifestantes que permanecían durante la tarde del sábado en Tahrir no eran islamistas, los cuales han tratado de retomar el control de la plaza, sin éxito.
"Te digo que no abandones la plaza. Esta plaza nos llevará hacia el camino de ahora en adelante", ha sostenido el candidato presidencial de un partido islamista, Hazem Salah Abu Ismail. "Mañana, Egipto entero os seguirá", ha apostillado, ante la multitud que le escuchaba.
En cambio, el primer ministro de Egipto, Essam Sharam, ha hecho un llamamiento a través de la televisión estatal a los manifestantes para que abandonen la plaza. La cadena nacional ha informado de que 40 de los heridos registrados han sido policías y del arresto de 18 individuos "problemáticos".
Un centenar de manifestantes acamparon en la noche del viernes tras una concentración masiva de protesta que reunió a unas 50.000 personas, pero el sábado por la mañana la Policía desalojó el campamento y retiró las tiendas de campaña.
Sin embargo, esta acción provocó que miles de personas salieran a la calle miles de personas a manifestarse con la intención de retomar la emblemática plaza Tahrir, lo que finalmente consiguieron a media tarde tras horas de enfrentamientos con efectivos de las Fuerzas de la Seguridad Central, que emplearon pelotas de goma y gases lacrimógenos.
ALEJANDRIA Y SUEZ
Como consecuencia, las manifestaciones se han extendido a otras ciudades de la geografía nacional. Alrededor de 800 personas han protestado frente al directorio de seguridad egipcio en Alejandría, la segunda ciudad más grande del país. Los asistentes han gritado eslóganes como 'Los oficiales del Ministerio del Interior son unos ladrones'.
Un testigo ha asegurado que pudo oír varios disparos en la zona, aunque no está claro si eran de fuego real o no. Esta misma fuente ha visto cómo una persona cubierta de sangre ha sido trasladada a un hospital en una motocicleta.
Asimismo, unas 1.000 personas se han manifestado en las proximidades de la comisaría de Policía en la ciudad de Suez, en el este de Egipto. Las personas que han acudido a la concentración han lanzado piedras contra el edificio y han tratado de irrumpir en él. Como respuesta, la Policía ha lanzado gas lacrimógeno y ha efectuado varios disparos al aire.
No obstante, los manifestantes han prendido fuego a los carteles electoales de los antiguos miembros del partido de Mubarak que van a concurrir a las elecciones del 28 de noviembre.
En ellas, algunos sondeos indican que los islamistas podrían recabar un 40 por ciento de los escaños del nuevo Parlamento, la mayoría de los cuales irían a parar al partido de los Hermanos Musulmanes.
Sin embargo, entre los asistentes a la protesta, no ha existido un consenso en el objeto de las denuncias, ya que tanto islamistas como el actual Gobierno han sido el foco de los reproches.
Por su parte, el movimiento Juventud del 6 de Abril ha exigido la dimisión del primer ministro Sharam por ordenar el uso de la fuerza contra protestas pacíficas.
Las elecciones de noviembre se están viendo ensombrecidas por una gran batalla política entre los distintos partidos y el Gobierno sobre las normas que deben primar en el borrador de la nueva Constitución egipcia y que podría eximir al Ejército de control civil alguno.
Aunque el Ejército egipcio recabó gran parte del apoyo de la población por mantener el orden y comprometerse a manejar la transición hacia un Gobierno democrático, los juicios militares contra civiles y las sospechas de que pretenden aumentar sus poderes han acrecentado su impopularidad y el rechazo por parte de amplios sectores políticos y sociales.