MADRID. España es el primer país de la Unión Europea en consumo de prostitución, con un 39 por ciento de ciudadanos que han demandado estos servicios y que son principalmente varones de entre 35 y 55 años, según recoge la guía sobre la trata de personas con fines de explotación sexual elaborada por la Asociación de Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituída (APRAMP) y editada por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.
La guía, presentada este miércoles en rueda de prensa por la responsable de APRAMP, Rosa Nieto, y la secretaria de Estado de Igualdad, Laura Seara, recoge datos del Consejo de Europa y Naciones Unidas para afirmar que España encabeza el ránking de países europeos consumidores de prostitución con una tasa que "representa un valor atípico en Europa".
Le siguen Suiza, donde el 19 por ciento de los hombres han pagado por sexo, Austria, con un 15%, Países Bajos, donde son el 14% y Suecia, con una tasa del 13%. La guía cita datos de la Organización Internacional de las Migraciones para afirmar que medio millón de mujeres son explotadas cada año en los mercados europeos de prostitución.
No es el único dato que recoge esta guía dirigida a profesionales que trabajan en la atención a mujeres víctimas de trata. Además de un glosario de términos y una diferenciación de este delito respecto del tráfico de personas, el texto dibuja el perfil de este negocio cuyas principales víctimas (el 98% del total) son niñas y mujeres.
A nivel internacional el lugar con mayor proporción de consumidores es Tailandia, donde son el 73 por ciento, seguida de Puerto Rico, con un 61 por ciento. De media, un 19 por ciento de los hombres acuden a la prostitución. Además, la ex Yugoslavia se ha convertido en "principal destino y centro de operaciones y tránsito de mujeres y niñas" y cerca de 300.000 víctimas en la UE han pasado o proceden de allí.
En este sentido, la guía explica que cada año, entre 600.000 y 800.000 personas cruzan fronteras internacionales víctimas de trata y de ellas, el 80 por ciento son mujeres y el 50 por ciento menores de edad. Cuando se trata de trata para explotación laboral, por la que se estima que 2,4 millones de personas están sometidas en el mundo a trabajos forzados, el 56 por ciento son mujeres y niñas.
Para poder identificarlas y prestarles la atención que requieren, el documento, del que se han editado 3.000 ejemplares, recoge una serie de indicios para reconocer cuándo una persona está siendo retenida contra su voluntad o está siendo controlada. También ofrece algunas pistas, como preguntarse si esa persona tiene o no libertad para dejar su lugar de trabajo o si está en posesión de sus propios documentos de identidad.
Para Seara, este es un "excelente material que va a servir de guía para muchas organizaciones y administraciones públicas" en la lucha contra una esclavitud cuya existencia, en pleno siglo XXI, es "una vergüenza". En su opinión, es "un paso más" y "un paso firme" en las actuaciones llevadas a cabo en los últimos cuatro años para combatir la trata de personas y proteger a sus víctimas.
En este sentido, ha recordado que las inspecciones policiales se incrementaron un 164 por ciento el año pasado en comparación a 2009, al igual que aumentaron un 112 por ciento las actuaciones contra grupos criminales que dieron lugar a la identificación de 1.641 víctimas, el 91 por ciento de las cuales eran mujeres extranjeras.
Nieto, por su parte, ha destacado que la guía "da a conocer" el trabajo de APRAMP y "extiende una buena práctica". La organización, dedicada a la protección y reinserción de las víctimas desde hace 26 años, ofrece información a 240 mujeres cada día e insiste en la necesidad de sensibilizar a la población porque las víctimas de trata son "totalmente despreciadas por la sociedad y encima son utilizadas por ella".