Bilbao. Partiendo de la base de que "ETA sobra y estorba", el presidente del Euzkadi Buru Batzar del PNV, Iñigo Urkullu, aseguró ayer que nos encontramos en un momento en el que el compromiso por la paz debe anteponerse a los "réditos y cálculos electorales". Además, emplazó al PP a que se comprometa con este nuevo tiempo que se abre en Euskadi y para ello, y al igual que lo sucedido con el Gobierno Zapatero, ofreció "cobertura" a los populares en caso de triunfo en el 20-N para que el Ejecutivo de Rajoy pudiera abordar los "aspectos técnicos" que conlleve el final de la organización armada. Urkullu realizó estas declaraciones en el transcurso de una rueda de prensa con motivo del 75 aniversario de la aprobación del primer Estatuto para Euskadi en las Cortes españolas -el 1 de octubre de 1936- y después de que se conociera la disolución de Ekin y el anuncio de ETA de colaborar con el Grupo Internacional de Verificación del alto el fuego. El líder del PNV incidió en que "es ETA quien debe ir dando todos y cada uno de los pasos para ir pagando su deuda con ese país" y, desde esta premisa, mostró su convencimiento en que puede haber un punto de encuentro entre todos los partidos para lograr la paz si se saca este tema del debate electoral. Urkullu aseguró que a su partido lo que le interesa es el bien supremo, que es el cese definitivo de ETA, y que espera que este final llegue cuanto antes. En este sentido, y a tenor de los pasos que se han ido dando por parte de la izquierda abertzale, el colectivo de presos y la propia ETA, apuntó la posibilidad de que "lo que estamos viviendo puede obedecer a un juego de escenificaciones, a un juego de cosmética incluido en un tiempo coincidente con elecciones generales", que podría tener, a su entender, como fin pasar factura al PNV. "Habrá algunos que hayan depositado su objetivo en que esto tenga un rédito electoral. Si el reto electoral es para pasar factura al PNV y que vaya en su contra, allá ellos. A nosotros nos interesa el bien supremo, que es la paz, y que pasa primero por el cese definitivo de ETA", señaló. En este contexto, Urkullu realizó una petición al PP para que abandone su postura "absolutamente resistente" y se comprometa con la posibilidad de paz abierta en Euskadi. "Desde el PP estamos escuchando una y otra vez siempre el mismo discurso en su fórmula invariable que es completamente distinta a del PNV. Es poner en duda y en tela de juicio lo que de manera tan esforzada y costosa se está haciendo", aseguró.
Mano tendida Y es que en opinión Urkullu, el partido liderado por Mariano Rajoy se debe dar cuenta de que la paz, vinculada a conceptos políticos, es más que la ausencia de violencia y se necesita del esfuerzo de todos. Por ello, el presidente del PNV no dudó en señalar que su formación, y en el caso de que el PP ganara las elecciones, ofrecerá al Ejecutivo popular la misma cobertura que ha ofrecido al PSOE y al Gobierno Zapatero. "En la negociación de los Presupuestos el PNV ofreció tiempo, un tiempo para la estabilidad económica y un tiempo para la paz, y no era sólo para ETA era también para Madrid y el resto de formaciones políticas".
Ahora ante la posibilidad de que, tal y como señalan las encuestas, el PP se impusiera en los comicios del 20-N Urkullu ofreció al PP la "cobertura" que también han dado al Ejecutivo Zapatero, para que un gabinete popular abordara los aspectos técnicos, que no políticos, que pudiera conllevar el fin de ETA. "Entre las herramientas que corresponden al Gobierno español, en los temas técnicos, que no políticos, además de la política penitenciaria, que para mí es cuestión de gestión de derechos humanos, hay otros aspectos técnicos como el desarme, que es lo que les corresponde a un gobierno gestionar cuando llega el final de una organización terrorista", señaló. Y es para estas cuestiones, para las que el PP podría contar con el apoyo del PNV.
Grupo de verificación Urkullu, sin embargo, advirtió de que "el tiempo se agota" y puede haber "riesgos", aunque desconocía si pueden ser de "involución, de vuelta atrás, de vuelta a las andadas, de manera global". "Pero siempre hay tentaciones, basadas en una interpretación también de discursos de victoria o derrota, de vencedores o vencidos, de hacer que la historia parezca que empieza con uno, como pueda ser la tentación de la izquierda abertzale o de la propia organización ETA", señaló. Así, en opinión del líder de la formación jeltzale hay que saber gestionar este proceso, "pero siendo conscientes de esos riesgos que existen". Como se ha señalado, la comparecencia del líder del PNV , programada de antemano, coincidió con el último comunicado público de ETA en el que la organización armada compromete su colaboración con el Grupo Internacional de Verificación del alto el fuego. Urkullu manifestó que no quería "entrar en el juego de lo que un Gobierno tenga que hacer en la verificación",puesto que para él lo más importante es que "necesitamos vivir, de una vez por todas, en un escenario de ausencia de violencia de manera definitiva".
En su opinión, "el comité de verificación es un elemento más en todo este esfuerzo, siempre y cuando, como estoy convencido que así es, esté centrado en las cuestiones técnicas, el desarme o el cese definitivo de la organización terrorista". Urkullu, además, subrayó que "la paz llegará sí o sí", pero insistió en que "no será una paz en las mismas condiciones si se ratifica ahora o si quien tiene que dar el paso definitivo decide dilatarlo o someterlo a cálculo por intereses electorales o de cualquier otro tipo".
críticas a lópez En la comparecencia, Iñigo Urkullu se refirió al actual Gobierno vasco encabezado por Patxi López, un Ejecutivo al que calificó como vacío, "sin proyectos y sin iniciativa política ni económica". El presidente del PNV echó mano de los tres objetivos que se marcó el lehendakari José Antonio Aguirre para impulsar el Estatuto aprobado en octubre de 1936: esperanza, confianza y acción.
Así, y por lo que respecta al Ejecutivo López, Urkullu aseguró que no tiene esperanza "porque el proyecto sobre el que se asienta es un artificio que no cuenta con el respaldo de la sociedad vasca" y al que, aseguró, solo le sustenta el único objetivo de durar; le falta confianza porque, al estar al remolque de Madrid, "no afronta con la autonomía la respuesta a los retos de Euskadi en un nuevo tiempo"; y se trata de un Gobierno sin iniciativa "porque no responde a las necesidades del día a día de la sociedad vasca y sigue sin programa de gobierno y sin programa económico a falta de quince meses para finalizar la legislatura".