PAMPLONA. Desde el saludo inicial Ram Manikkalingam deja patente sus dotes diplomáticas y comunicativas que compagina con su firmeza en el discurso y su claridad en no salirse ni una miaja del comprometido papel que le toca. Natural de Sri Lanka, es director del Dialogue Advisory Group (DAG) y profesor en la Universidad de Amsterdan. En su hoja de servicios destaca su participación en varios procesos de pacificación.

La irrupción repentina de la comisión de verificación ha suscitado mucha expectación. ¿Hay razones para crear que su comisión puede tener la llave del proceso? No tenemos la llave del proceso. Trabajamos solo aspectos técnicos y eso solo lo podemos hacer con el respaldo de la sociedad vasca.

Con la adhesión de los presos de ETA al Acuerdo de Gernika, ¿está el proceso lo suficientemente maduro? El Acuerdo de Gernika no tiene nada que ver con esta comisión. Estamos aquí simplemente para verificar el alto el fuego. De todas formas, esa adhesión de los presos constituye un paso adelante.

¿Por qué aparece ahora la comisión? Porque ETA ha declarado el alto el fuego permanente, general y verificable a partir del 10 de enero. Ha habido expectativas de que habría algún tipo de proceso de verificación y se nos ha pedido que hagamos una verificación y hemos querido asegurar con nuestra interpretación de lo que es un alto el fuego. Hemos sentido que el que fuera permanente no era suficiente, porque previamente ya han habido altos el fuego permanentes y también hemos creído que la verificación tampoco era suficiente, porque queremos un alto el fuego que tenga unas características que necesiten ser verificadas. Por lo tanto, queríamos que ETA estuviera de acuerdo que este alto el fuego fuera unilateral y sin condiciones. No queremos que ETA tenga excusa alguna para violar este alto el fuego. Que dijera que Madrid ha hecho esto, el Gobierno vasco lo otro... y que esto les sirviera de excusa para volver a tomar las armas.

¿Les han transmitido eso a ETA? Debido a los canales de comunicación nos ha llevado bastante tiempo obtener este tipo de garantía por parte de ETA. Hemos recibido una comunicación en la que ETA se muestra de acuerdo con esta interpretación del alto el fuego. Tan pronto como hemos recibido este comunicado, hemos constituido el grupo y hemos venido a Bilbao.

¿Tiene alguna relación con algún partido o agente social vasco? Cuando llegamos al País Vasco la primera persona a la que hemos conocido fue Urkullu, porque creemos que es una pieza clave para la legitimación tanto en el País Vasco, en España o en el exterior de este proceso de paz. Después nos hemos reunido con Eguiguren, con el presidente de Confebask, con algunos miembros de la Iglesia, con los diferentes sindicatos (ELA, CCOO, LAB y UGT) y también con Rufi Etxeberria, de la izquierda abertzale. Y en esas reuniones hemos oído un único mensaje: que no hay nadie en el País Vasco que quiera que este alto el fuego termine. Y eso nos da esperanza de que podamos recabar apoyo para poder mantener este alto el fuego.

¿Cuáles son los objetivos de la comisión? Verificar el alto el fuego y estimular o animar a ETA para que lo mantenga, pero también impedir que pueda vulnerarse.

La 'kale borroka' parece controlada, el impuesto revolucionario ha cesado por parte de ETA y el alto el fuego está declarado. Por tanto, ¿qué les queda por verificar? Si eso es así es la prueba de que el alto el fuego tiene mucha adherencia. Mucha gente está preocupada porque no haya una continuidad de este proceso. Por lo tanto, queremos garantizar que esta línea positiva sigue. Cuanto menos trabajo tengamos para verificar, mucho mejor.

¿Desplaza esta comisión a la de Brian Currin o trabajan en paralelo? El grupo de contacto de Brian Currin y él mismo se están centrando en temas políticos. Ellos sentían que ni tenían la competencia ni el deseo de verificar este alto el fuego. No tenían la competencia porque los miembros de ese grupo son realmente personas con una gran experiencia y son expertos en todo lo que son cuestiones de derechos humanos. Los temas relativos al alto el fuego tienen más que ver con aspectos técnicos y militares. Por otra parte, tampoco tenían el deseo de verificar este alto el fuego porque han tenido la sensación de que eran percibidos por algunas personas como parciales. Yo no creo que haya habido parcialidad respecto de alguna parte. Han trabajado de forma más estrecha con una de las partes porque han tenido que persuadir a esa parte para que cambie. Pero eso no significa que hayan sido parciales. Es una cuestión de percepciones. Por tanto, otro grupo va a ser más útil en la verificación. Por eso el trabajo que estamos desempeñando es diferente al del Grupo Internacional de Contacto.

¿Teme que su comisión corra la misma suerte y sea alineada con la izquierda abertzale? No tenemos miedo de que se nos ligue con una parte concreta. No hay más que ver el perfil y la trayectoria de sus miembros. Por ejemplo, el general Satish Mambiar ha sido uno de los mandos de operaciones de la ONU en la antigua Yugoslavia. Por otra parte, Chris Maccabe ha sido el director de las negociaciones políticas de los Acuerdos de Viernes Santo que posibilitaron la salida al conflicto de Irlanda del Norte. Sería muy difícil acusarles de que están cerca de la izquierda abertzale o de ETA.

¿Mantienen alguna vía abierta con el Gobierno español? No tenemos un canal de comunicación con el Gobierno español. Pero sí que sabemos que es importante abrir canales de comunicación no solo con el Gobierno español, sino también con el vasco y el francés. Ellos, evidentemente, tienen muchísima mejor información sobre este alto el fuego y saben si está llevando a cabo o no. Esperamos poder desarrollar contactos con ellos.

¿Madrid les ha dicho que tomen parte en este proceso? Madrid ni nos ha dicho que vengamos, ni nos ha dicho que no.

¿Cómo interpreta que en comparación con anteriores comisiones, esta no haya sido desautorizada por Madrid? ¿Es una señal para el optimismo? Hay que formularle esta pregunta a Madrid.

¿Qué impresión han recogido de su visita a Euskadi? Tenemos una impresión muy positiva de la situación del País Vasco. He oído por parte de muchas fuentes y de muchas personas que este es el período con más tranquilidad y calma desde hace mucho tiempo. E incluso personas que no han querido implicarse con nosotros de forma directa, están a favor del alto el fuego. Por lo tanto tenemos unos sentimientos muy positivos sobre las perspectivas de un futuro de paz para el País Vasco.

PSOE y PP no fueron a la reunión con ustedes. Son los dos partidos más importantes en España y evidentemente necesitamos el apoyo de ambos para que esto tenga éxito. Estamos en un periodo muy sensible debido a las elecciones del 20 de noviembre y sería un error que la gente interpretara lo que dicen los partidos en este periodo electoral como la política que se haga después y dudo muchísimo que después de las elecciones ningún gobierno español, independientemente de quién gane las elecciones, no quiera que continúe este alto el fuego. Tengo la seguridad de que van a dar los pasos necesarios para que este proceso continúe.

¿Qué puede pasar si gana el PP? Nosotros estamos centrados en los elementos técnicos, pero el ganador de las elecciones va a querer que este proceso siga adelante.

¿Necesitan ustedes alguna señal de ETA para que esto siga adelante? Ya hemos recibido un señal de que ellos aceptan lo que es nuestra interpretación de un proceso de verificación del alto el fuego y estamos tomando esto como base

¿Cree que habrá un comunicado en breve por parte de ETA para que Zapatero pueda variar su política penitenciaria? No sé lo que piensa ETA. Lo único que sé y pienso es que este es un momento muy bueno para que ETA diga algo y estimule y defina realmente lo que va a ser el final definitivo de la violencia.

¿Cómo interpreta el planteamiento de Patxi López sobre el acercamiento de presos? Hay muchas cuestiones políticas que se están desarrollando sobre ETA y el País Vasco, pero de las que no tengo el suficiente conocimiento para hacer un comentario sobre ellas. Hay muchas cosas de las que aún estamos aprendiendo y de las que prefiero no opinar.