GASTEIZ. El lehendakari ha desgranado en el pleno de Política General su plan de paz y convivencia, en el que ha constatado que el País Vasco vive "un nuevo tiempo" en el que ETA ya no condiciona la vida ciudadana y nadie reivindica la violencia terrorista, ya que incluso los presos de ETA se han sumado al Acuerdo de Gernika.

En esta nueva situación de "fin del ciclo terrorista", el lehendakari ha planteado "un gran acuerdo para la concordia" basado en diez premisas, entre las que figuran elaborar un "relato veraz" de lo ocurrido, el reconocimiento público a las víctimas del terrorismo, la exigencia del final de ETA y la petición a los presos de que rompan definitivamente con la organización terrorista.

Pero también ha propuesto una orientación "consensuada" y "flexible" de la política penitenciaria y facilitar un "acercamiento progresivo" de los presos a cárceles próximas al País Vasco siempre que ello favorezca su reinserción social, además de dar un "reconocimiento legal" a "todas las sensibilidades políticas que aceptan el sistema democrático y asumen el cumplimiento de la legalidad".

Para construir ese "futuro con memoria", López ha anunciado que el Gobierno Vasco impulsará la creación de un Instituto de la Memoria y la Tolerancia que coordine todas las actuaciones en recuerdo a las víctimas y fomente el relato de lo sucedido.