madrid. El Gobierno español sacó ayer adelante el decreto ley que reactiva por dos años el impuesto de Patrimonio gracias al apoyo de la izquierda parlamentaria (ERC-IU-ICV) y a la abstención de PP, CiU y PNV, a pesar de que todos ellos arremetieron contra la medida por su supuesta ineficacia.
El debate reflejó el malestar de los grupos parlamentarios por una recuperación del impuesto que tacharon de electoralista, aunque ellos mismos no quisieron dejar constancia clara de su rechazo y se abstuvieron.
En la defensa del decreto ley, Salgado alegó que la vuelta del impuesto, con el que se aspira a recaudar 1.000 millones de euros de 160.000 contribuyentes, servirá para reforzar la estabilidad presupuestaria y potenciar la equidad.
También con el objetivo de no perjudicar a las clases medias, según el Gobierno, el mínimo exento se eleva a 700.000 euros y se aumenta hasta 300.000 euros la cantidad que no tributa por vivienda habitual.
La vicepresidenta insistió en que se respeta la capacidad normativa de las comunidades autónomas y en que no afecta a las compensaciones ya previstas en la Ley de Financiación Autonómica.
Tras la votación final, el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló al respecto que tendrá que verse cuál es el mecanismo jurídico para evitar que las comunidades autónomas cobren dos veces del Estado por el impuesto de Patrimonio, una circunstancia que, a su juicio, no es lógica. Sobre la votación, llamó la atención sobre la actitud del PP, partido que dijo "por activa y por pasiva" que no le gusta el gravamen, pero que ayer se ha limitó a abstenerse porque "saben que los españoles creen que es justo", dijo.
Durante su intervención en el debate, el portavoz del PP, Cristóbal Montoro, criticó al Gobierno por no tomar medidas eficaces contra la crisis y por hacer, en su lugar, un guiño electoral al candidato socialista a pesar de que él mismo calificó de "incorrecto" el planteamiento del impuesto.
Además, se refirió al hecho contradictorio de que el Gobierno lo recupere ahora cuando en 2008 lo había retirado por ser ineficaz, ineficiente e injusto al recaer en las clases medias.
También el diputado de CiU Josep Sánchez Llibre acusó al Gobierno y al candidato de tener una actitud "poco seria y con gran dosis de demagogia, oportunismo y populismo". Recordó, además, que "como sabe" el propio PSOE este impuesto "no va a afectar en absoluto" a las grandes fortunas, ya que disponen de mecanismos "perfectamente legales" para eludirlo, y "los que vuelven a pagar su gran improvisación fiscal volverán a ser las clases medias".
El portavoz del PNV, Pedro Azpiazu, resaltó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "vendió" que bajar impuestos era de izquierdas y ahora Rubalcaba intenta desmarcarse y hacer un guiño a los desencantados.