vitoria. El cannabis pierde adeptos en el territorio a marchas forzadas pese a tratarse todavía de la droga ilegal más consumida entre los alaveses. Los últimos datos recopilados al respecto por el Departamento vasco de Sanidad dan cobertura a esta realidad. Reflejan, de hecho, que el consumo de hachís y marihuana disminuyó en la CAV durante el pasado 2010 de forma "notable", lo que situó a la comunidad en niveles prácticamente ya desconocidos, de hace una década. Desde el año 2000 no se daban unas cifras tan bajas de consumo de cannabis, según detalla el informe Euskadi y Drogas 2010, una gran noticia para los profesionales que luchan por erradicar la dependencia a las drogas. Las conclusiones de este documento, realizado a partir de una encuesta domiciliaria a ciudadanos de entre 15 y 74 años, puntualizan que en los últimos cuatro años el número de consumidores se ha reducido en Euskadi en 63.000. A pesar de ello, eso sí, el informe certifica que la comunidad "sigue estando a la cabeza de la UE en lo que se refiere al consumo de cannabis".

De forma más concreta, Sanidad constata que el consumo diario o casi diario de porros ha caído hasta únicamente el 1,9% de la población en 2010, cuando dos años antes la tasa alcanzaba el 3,2%. Y todavía más importante, el descenso ha sido si cabe más acusado entre los adolescentes y jóvenes de entre 15 y 24 años. Si en 2008 fumaba diariamente el 10,6% del total, la tasa se ha reducido ahora hasta el 4,4%. Uno de los aspectos más destacable del informe se refiere, precisamente, a que las denominadas drogas blandas han dejado de ser ya un coto casi exclusivo para la población juvenil. Aunque representan al sector más fumador, las distancias en cuanto al consumo se han estrechado notablemente con los jóvenes de 25 a 34 e, incluso, con los de 35 a 44. Lo mismo sucede con el resto de drogas ilegales, como la cocaína, el éxtasis o las anfetaminas. "Aunque las tasas de consumo juvenil siguen siendo mayores, la brecha generacional que en un tiempo existía en relación al consumo de cannabis y del resto de drogas ha ido cerrándose. Las tasas se han ido acercando, y el peso de los jóvenes/adultos y de los adultos en el conjunto de las personas consumidoras es cada vez mayor. El consumo de drogas ilegales está cada vez menos asociado a la etapa juvenil", apunta el informe en sus conclusiones.

Al igual que con el cannabis, el empleo del resto de drogas ha sufrido un decremento "muy importante" durante los últimos años según Sanidad, así como una reducción notable en la intensidad de los consumos. Las tasas, de hecho, cayeron el pasado ejercicio a los niveles registrados a comienzos de la pasada década y el incremento experimentado desde mediados de los años 90 logró revertirse. Desde 2004, por poner dos ejemplos, los consumos recientes de cocaína y anfetamina han caído, respectivamente, un 50% y un 60%. Paralelamente a estas cifras, el informe también apunta a que el porcentaje de población que se muestra favorable a la legalización de las drogas ilegales, incluyendo el cannabis, se redujo notablemente en 2010. Mientras hace seis años casi el 30% de la población estaba muy o bastante de acuerdo con legalizar las drogas ilegales, en 2010 la tasa únicamente alcanzó el 10%.

drogas legales Pese a que su consumo no está penalizado por la ley, los expertos siempre insisten en que el alcohol y el tabaco son, quizá, las drogas más nocivas para la salud, una circunstancia a la que nada ha ayudado su carácter socializador. Los datos en estos campos son también esperanzadores según el informe de Sanidad. De hecho, en los últimos años se ha producido "una ligera tendencia" a la reducción del consumo de alcohol, especialmente entre los jóvenes y las mujeres, y desde 2004 el consumo excesivo y de riesgo durante el fin de semana ha descendido a la mitad. Entre los jóvenes, del 34% al 17% del total.

Entretanto, aunque el consumo de tabaco se mantiene estable, la tasa de abandono creció durante el pasado año y se redujo la intensidad de los consumos. De hecho, según constata el documento, la mitad de las personas fumadoras aseguran estar dispuestas a intentar dejarlo.