vitoria. La consejera de Cultura, Blanca Urgell, ha adoptado una actitud defensiva a la hora de hablar sobre las conclusiones del informe que ella misma encargó hace unos meses a una empresa madrileña: "El Departamento no tiene intención de hacer burradas en EiTB". Tras hacer esta declaración tan gráfica, la titular de Cultura reconoció que se tendrán que adaptar los presupuestos del ente público a la actual situación de crisis. Pero en ningún momento negó alguno de los datos publicados en exclusiva el pasado martes por el Grupo Noticias.

Urgell, a quien la publicación del estudio realizado por la empresa madrileña Tableronde SLNE le pilló por sorpresa poco antes del consejo de Gobierno, dijo que "lamenta que los que han filtrado el informe han logrado el objetivo que buscaban; es decir, se podían filtrar numerosas cosas, pero las que han salido son las más idóneas para poner nerviosos a los trabajadores", afirmó en una entrevista concedida a Euskal Irratia.

En sus declaraciones, la consejera hizo alusión al posible despido de 150 profesionales de EiTB (algo que aconseja el informe de Tableronde) y al cierre de las instalaciones del centro de producción de programas de Miramon.

Desde su primera página, este estudio hace un análisis exclusivamente económico y con unos parámetros que pueden servir de igual forma a una empresa pública o privada. En ningún momento se analizan otras cuestiones que quizá pudieran resultar más tranquilizadoras y que son señas de identidad de un servicio público. De forma rápida, el documento que encargó hace varios meses el Departamento de Cultura, presenta una leve reflexión de la situación actual de las televisiones autonómicas para pasar de inmediato al objetivo de Blanca Urgell y la dirección de la radiotelevisión pública vasca: rebajar los costes del ente. Lo que se traduce, según los datos ofrecidos por este periódico, en reducción de personal, cierre de instalaciones y externalización de servicios.

Sobre estas cuestiones, en un intento de tranquilizar al colectivo de profesionales del ente, la consejera aseguró que "nosotros no creemos de ninguna manera que nuestras decisiones vayan a ser duras". Urgell no negó que se vaya a estudiar la reducción de puestos de trabajo y tampoco el número de afectados que aconseja el informe. Además, señaló que "no tenemos ninguna intención de tomar decisiones faltando al respeto a los trabajadores, y no tenemos intención de hacer burradas". Aunque, tras este sumario de intenciones, retomó la situación de crisis como argumento para encauzar su discurso dejando ver que habrá medidas porque tiene que darse una adaptación de los presupuestos de EiTB a la situación económica actual. En ningún momento, la titular de Cultura hizo referencia directa al posible cierre del centro de programación de Miramon, uno de los puntos que más polémica ha suscitado y el lugar donde con más angustia se están viviendo las conclusiones de este estudio.

datos "bastante crudos" La propia consejera reconoció la dureza del informe que maneja y el impacto que el mismo puede tener en las diferentes sedes de EiTB: "Es una de las muchas opiniones que existen y no todas las opiniones que hemos recogido son iguales", manifestó, aunque reconoció que en el caso del informe que desveló este diario, "los datos que contiene son bastante crudos". Según dio a entender con sus palabras, este no es el único estudio que tiene entre sus manos, ya que constantemente pluralizó sobre las opiniones de los expertos que ha consultado su Departamento, que en estos momentos está haciendo una valoración de lo que dicen los distintos expertos consultados "para posteriormente tomar decisiones". Aunque este informe pone la estructura y el modelo de EiTB contra las cuerdas, la consejera ve a los enemigos del ente fuera del Gobierno vasco, que, según indicó, hará frente a las opiniones sobre el ente que, a su juicio, "muchas veces lanzan los intereses privados y los que no creen en el servicio público".

Mientras el estudio pone en cuestión el mantenimiento de dos lenguas en cadenas diferentes, Urgell tuvo que defender esta realidad, pero con matices: "Cuando se critica que el ente público vasco tiene un coste más alto que otros, se olvida intencionadamente que nosotros somos lo únicos que emitimos en euskera y castellano, y que, por lo tanto, tenemos que hacer frente al esfuerzo económico que supone". En este sentido, valoró en positivo el trabajo de los profesionales de EiTB, pero en ningún momento garantizó la totalidad de los empleos. La consejera no habló de los escasos resultados de audiencia que siguen obteniendo las cadenas vascas en los últimos meses (la de julio es la peor en 20 años). El mes de septiembre tampoco ha empezado con buen pie y los datos de share son exiguos: ETB-2, 7,4% y ETB-1, 1,5%.

Más duro y contundente en sus apreciaciones contra la televisión pública vasca fue Gorka Maneiro, parlamentario de UPyD, que advirtió de que EiTB es "un mastodonte que debe ser drásticamente reducido". Para el dirigente de UPyD es una "barbaridad" que se dediquen 150 millones de euros para "ver una televisión que no aporta un valor añadido que pueda justificar tal desembolso". El Partido Popular, por su parte, sigue sin hacer ninguna declaración sobre este informe y espera las explicaciones de la consejera de Cultura y del director general de EiTB en el Parlamento. El pasado martes, PNV, EA y EB pidieron a Urgell y a Surio su comparecencia urgente en la comisión de control.