barcelona. Unos 40.000 jóvenes de todo el mundo, que participarán la próxima semana en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), asistieron ayer a una multitudinaria misa en el recinto del Fòrum de Barcelona, que ofició el arzobispo de la ciudad, Lluís Martínez Sistach.

Esta eucaristía, que abarrotó la explanada del Fòrum de las Culturas, es el acto central que han organizado las diócesis catalanas para los jóvenes a los que acogen durante los días previos a la JMJ, convocada por el Papa Benedicto XVI del 16 al 21 de agosto en Madrid.

Si bien en un principio la organización del acto estimó que habían participado unos 35.000 jóvenes, luego elevó la cifra de asistentes hasta unos 40.000.

Desde el 11 de agosto y hasta mañana lunes, la diócesis de Barcelona facilita alojamiento a 13.000 jóvenes de muchos países -los grupos más numerosos proceden de Italia y Francia-, mientras que las otras diócesis catalanas acogen al resto.

Durante la homilía de la misa de ayer, Martínez Sistach animó a los jóvenes a seguir el ejemplo de María y a estar "presentes en todas las partes amando a todas las personas sin distinción alguna, pero con un amor preferencial por los pobres".

La Jornada Mundial de la Juventud se podrá seguir minuto a minuto a través de las redes sociales, Facebook y Twitter, y en 21 idiomas gracias a unos 60 voluntarios llegados de decenas de países que se turnarán para informar al mundo entero.

La visita de Benedicto XVI no está exenta de polémica. La organización Europa Laica cree que el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, ha podido incurrir en un presunto delito de difamación al considerar como "parásitos"a las asociaciones que se manifestarán en la víspera de la visita del Papa.