Damasco. Por tercer día consecutivo, la ciudad de Hama volvió a ser el objetivo principal de los bombardeos del Ejército sirio, que causaron al menos nueve víctimas mortales. Las tropas y los miembros de las fuerzas de seguridad continuaron sus operaciones en el enclave rebelde y otras zonas del país con el fin de acallar las voces que piden la caída del régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, que, por su parte, acusó a "grupos armados" de atacar a policías con armas de fuego y cócteles molotov.
En Hama, donde la represión ha causado en los últimos días decenas de víctimas, el grupo opositor Comités Locales de Coordinación informó de que cinco personas murieron por los obuses de los tanques del Ejército. Según los Comités, los sucesos se produjeron durante el bombardeo en los barrios de Janub Malab y Qusur, mientras que la red Revolución Nawruz en Siria señaló que dos personas murieron en el puente de Al Mazareb y otras dos en la mezquita del Sheij Bachar.
Los grupos opositores señalaron en sus páginas de Facebook que hay francotiradores apostados por toda la ciudad y que muchos habitantes están huyendo a las localidades vecinas. Además, la red Revolución Siria contra Al Assad indicó que los ataques con armas pesadas afectaron a la mezquita de Al Sharía, coincidiendo con la llamada a la oración del mediodía, y que parte de su minarete quedó destrozado.
En 1982, Hama sufrió una masacre perpetrada por el régimen de Hafez al Assad, padre del actual presidente, para aplastar un levantamiento islamista que causó entre 10.000 y 40.000 muertos. Desde hace tres días, coincidiendo con la víspera del inicio del ramadán, las autoridades sirias han aumentado sus operaciones represivas y causado un centenar de muertos.
Solo el lunes fallecieron unas 24 personas, diez de ellas tras el rezo nocturno de Tarawih, típico de ramadán. "Hubo manifestaciones en todas las zonas y disparos hasta dentro de las mezquitas, detenciones masivas y una campaña para aterrorizar a los ciudadanos", denuncio un activista.