vitoria. La rueda empieza a girar. El PNV ha emprendido una ronda de contactos con todos los partidos vascos, que se prolongará durante la próxima semana, para negociar la composición de una lista conjunta que garantice una nueva presidencia jeltzale en el seno de Eudel. La irrupción de Bildu en las instituciones ha dejado un terreno de juego en el que nadie tiene mayoría suficiente para aspirar a la presidencia en solitario, y por ello los jeltzales van a sondear la disposición de los principales partidos para forjar alianzas en una institución que históricamente ha presidido el PNV con el apoyo socialista y de otros grupos como Eusko Alkartasuna o Aralar.

Los jeltzales saben que cuentan con el apoyo del PSE para reeditar la estrategia de la anterior legislatura, en la que el nacionalista Jokin Bildarratz presidió la Asociación de Municipios Vascos respaldado en las vicepresidencias por el socialista Tontxu Rodríguez y por el representante de EA Pablo Isasi. Así se lo comunicó el alcalde de Irun y miembro de la ejecutiva en funciones, José Antonio Santano, a Bildarratz, en una comida que celebraron la pasada semana. Sin embargo, fuentes del PNV afirman que en aquella reunión "no se avanzó mucho", entre otras cosas porque Bildu no aclara si entrará en Eudel o tratará de impulsar Udalbiltza como institución paralela y ampliada al ámbito de Euskal Herria. Mientras la coalición no despeje la incógnita nadie sabrá cuál es el escenario sobre el que ponerse a negociar. El PNV apuesta por formar una asociación "lo más representativa posible" alcanzando un acuerdo para cerrar una lista conjunta con otros partidos. La otra alternativa es que cada formación se presente por su cuenta, y en ese caso el PNV se jugaría la presidencia con Bildu, si es que la coalición decide finalmente entrar en la Asociación de Municipios Vascos. Ante ese supuesto, el voto de los alcaldes independientes podría ser crucial para deshacer un eventual empate.

De 251 ayuntamientos asociados a Eudel, 106 están ahora en manos de la izquierda abertzale, EA y Alternatiba, que de apostar por la asociación municipalista oficial, encontrarían una nueva vía para influir en la política vasca a través, por ejemplo, del Consejo Vasco de Finanzas, cuyas puertas ya tienen abiertas tras haber conquistado la Diputación de Gipuzkoa. De optar por la reedición de Udalbiltza, Eudel perdería casi la mitad de su representación y, por lo tanto, de su peso institucional. "Todo va a depender de lo que haga Bildu, y nosotros no tenemos datos", aseguran fuentes del PNV, que ha incluido a la coalición en su ronda de contactos.

Con estas premisas, y a falta de sondear el sentir de los diferentes partidos, el PNV dice estar abierto a estudiar las diferentes posibilidades que permitan conformar la mayoría necesaria para volver a presidir Eudel. Juega a su favor el hecho de que el ámbito del municipalismo vasco ha quedado al margen de la pugna puramente política en los últimos años, como demuestra el hecho de que PNV, PSE y EA hayan concurrido juntos en los tiempos de mayor división entre nacionalistas y constitucionalistas.

En esta ocasión, con EA integrada en Bildu, la tercera pata en un posible pacto para elaborar una lista conjunta podría ser el PP, que vería así alcanzado su objetivo, aun de forma simbólica y ceñido al ámbito municipal, de sumar a los jeltzales a un frente antiBildu que no pudo sacar adelante en Gipuzkoa.

Ayer el secretario general de los populares vascos, Iñaki Oyarzábal, aseguraba que su formación aún no ha tomado una decisión sobre cuál será su postura, aunque están "dispuestos a hablar" para promover una mayoría en el movimiento municipalista "lo más respetuosa posible con la realidad".