BERLIN. Hess, fallecido en 1987 en circunstancias no del todo claras --la versión oficial fue suicidio--, estaba enterrado en el cementerio de Wunsiedel, en el noreste de Baviera, de donde se sacaron sus restos en la madrugada de este miércoles, explica el diario germano.

Su tumba se había convertido en un lugar de peregrinación para los jóvenes neonazis, si bien desde 2005 las autoridades locales habían conseguido impedir las concentraciones que cada año tenían lugar en el aniversario de su muerte, el 17 de agosto.