BILBAO. En una entrevista concedida a EFE, Urkullu ha vinculado ese límite con la posibilidad de que en otoño el Gobierno socialista pueda convocar elecciones generales debido a la situación económica y a la "bicefalia" entre José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba.
"Todos, desde el PP a la izquierda abertzale, somos conscientes de que se agota ese tiempo. Hay un tiempo limitado, pero suficiente, para emitir señales (sobre el fin del terrorismo) y consolidar los pasos que se han dado, que es algo importante frente a tentaciones que existen en dirigentes del PP de ilegalizar incluso a Bildu, no sólo a Sortu que está en trámites de legalidad en el Tribunal Constitucional", ha declarado.
El presidente del Euzkadi Buru Batzar (EBB) ha sostenido que ETA y la izquierda abertale saben que "que no existe todo el tiempo del mundo" y que si la banda terrorista no anuncia el cese definitivo de la violencia, la izquierda abertzale deberá hacerle un emplazamiento público.
"Si tenemos que tragar con un comunicado de ETA, ¿Por qué ETA no va a tragar con un emplazamiento de la izquierda abertzale?, yo tengo esa esperanza", ha dicho.
En su opinión, tanto la antigua Batasuna como la banda terrorista son "conscientes" de que "no hay irreversibilidad en la práctica" al abandono de la violencia porque se "juegan su futuro político" y la sociedad vasca, "que les premió el 22-M", les "pasaría por encima como un tsunami".
"La izquierda abertzale -ha agregado- es consciente de que ha hecho un camino y que no puede caer en la tentación de ser incongruente y actuar (en el caso de que hubiera un atentado) en contra de lo que la propia Sortu puso en sus estatutos".
Urkullu ha mostrado su hartazgo de que "parezca que hay que aplaudir a la izquierda abertzale y ETA por los pasos que están dando cuando ellos son los deudores con la sociedad vasca" por cincuenta años de terrorismo.
Para el presidente del PNV, "se antoja difícil pensar" que un Gobierno del PP vaya a "ayudar a dar pasos en un proceso de pacificación" porque está "condicionado" por asociaciones de víctimas del terrorismo a las que ha estado "utilizando" y porque en su seno hay dirigentes con postulados "casi de extrema derecha".
No obstante, se ha mostrado convencido de que "a ETA el tiempo se le acaba" y que su final "puede coincidir con el mandato del próximo Gobierno español, sea del color que sea".
Respecto a la situación política española, Urkullu ha considerado que "efectivamente" en otoño "se puede acabar el plazo" del Gobierno socialista porque es "muy difícil conciliar" las medidas económicas que tendrá que aplicar "casi inexcusablemente" el Gobierno con un programa electoral y un "planteamiento de partido" que "quiere mirar a la izquierda".
Por ello, ha explicado que el PNV, con su participación personal, ha ultimado y remitido a los negociadores socialistas los documentos sobre las inversiones y transferencias incluidas en el acuerdo presupuestario de 2011 que están pendientes de negociar en el segundo semestre.
Urkullu ha confiado en que el PSOE no caiga en la "tentación" de no negociar esos traspasos en el caso de que se adelanten las elecciones generales y el Gobierno ya no necesite el apoyo del PNV porque no presentará un proyecto de Presupuestos para el 2012.