vitoria. Golpe de estado, cacicada, capricho, decisión política... La unificación legal de los hospitales de Txagorritxu y Santiago, la creación de una gerencia única para el Hospital Universitario de Álava (HUA) y, principalmente, los ceses en cascada de varios directores de ambos centros han desatado un terremoto de grandes dimensiones entre los profesionales sanitarios de la provincia. No sólo por el fondo de estos movimientos, llevados a cabo con una sorpresiva celeridad, sino por las formas empleadas por los máximos responsables del Departamento de Sanidad y Osakidetza con las personas destituidas y el oscurantismo con que se ha desarrollado el proceso.

Todo se precipitó en la mañana del pasado jueves 9, un día después de que el Consejo de Administración de Osakidetza diera luz verde a la creación de la nueva organización de servicios. Entonces, el director general del ente público, Julián Pérez Gil, citó en su despacho, uno por uno, a los altos cargos de ambos centros para comunicarles su futuro inmediato. El resultado, una criba en toda regla: cuatro ceses fulminantes, los de los gerentes y los directores económico-financieros de Txagorritxu y Santiago, dos más a la espera de encontrarles un sustituto, los de los directores de Personal de ambos centros -ya relevados-, y otro, el del director médico de Txagorritxu, que a pesar de haber sido tajantemente negado por Osakidetza tras desvelarse por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, terminará por producirse. Claro que todavía no es oficial y a eso se ha agarrado la organización sanitaria para desmentir las informaciones publicadas en este diario.

Rafael Sánchez Bernal continúa en su puesto momentáneamente, pero su futuro próximo no estará ligado al HUA, donde Osakidetza ha optado por la limpieza general para sus altos cargos. El trabajo del profesional al frente de Osabide global y la historia clínica informatizada, cuya implantación culminará próximamente en Txagorritxu, da buenas pistas sobre cuál puede ser el cometido de Sánchez Bernal cuando abandone el centro de José Atxotegi, según las fuentes consultadas por este periódico, habida cuenta de que estos sistemas aún se encuentran muy verdes en el conjunto de Osakidetza.

Por su parte, la directora médica de Santiago, Mari Luz del Valle, se reincorporará mañana a su puesto tras asistir a un programa de intercambio de directivos en Suecia de un mes de duración y tampoco tardará en conocer sus inminentes funciones. Aunque oficialmente ha sido ratificada en su puesto por Osakidetza, su entorno profesional más próximo teme que sea la próxima víctima de la guillotina del consejero de Sanidad, Rafael Bengoa.

El nuevo organigrama del HUA, durante el periodo transitorio de un año, contará con Jon Armentia como máximo responsable apoyado por Francisco Villar, exgerente de Txagorritxu repescado para ejercer como su adjunto, una sola dirección económico-financiera que ya ha sido encomendada a Fernando Encinar, procedente del Hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro, otra de Personal de la que se encargará Alfonso Romano, más dos direcciones médicas y otras dos de enfermería. A día de hoy, únicamente parecen tener garantizada su continuidad en sus cargos durante este breve plazo de tiempo las profesionales al mando de las direcciones de enfermería de Txagorritxu y Santiago, Marian Tapia y Lourdes Ramírez, respectivamente.

a la prensa... y a los centros Apenas dos horas después de que los directivos conocieran sus ceses, los responsables sanitarios ofrecieron una rueda de prensa donde hicieron pública la creación oficial del HUA. Allí sólo dieron por hechas las destituciones de Francisco Villar y Jesús Muñoz, este último exgerente del Santiago, pero la dimensión real del puñetazo en la mesa de Osakidetza no tardó en extenderse como la pólvora por Txagorritxu y el centro de la calle Olaguíbel.

Un día después, Armentia, Pérez Gil y el director de Asistencia Sanitaria de Osakidetza, Eduardo Gárate, se presentaron en ambos centros para informar a los profesionales de los últimos movimientos, tampoco aludieron al relevo casi total de las cúpulas directivas, pero en los corrillos pronto se supo que los ceses, en total, ascendían como mínimo a seis. Tras publicarse también en este diario la destitución de Javier Pedrosa, exdirector de Personal de Txagorritxu, altos mandos de Osakidetza llegaron incluso a desmentirlo ante los trabajadores del hospital al tiempo que ofrecían a este profesional acomodo en otras dos estructuras de la red pública mientras fichaban a su relevo, Alfonso Romano.

¿Y a partir de ahora, qué? La cercanía de las vacaciones de verano, que acostumbran a paralizar la actividad sanitaria, anticipan un periodo de tensa calma en los hospitales de Gasteiz hasta la apertura del nuevo curso en septiembre. No obstante, las obras de construcción del nuevo edificio de consultas externas de Txagorritxu arrancarán en los próximos días y sólo observar el avance de las máquinas en la parcela servirá para recordar que el proyecto de reordenación sanitaria sigue su curso inexorablemente.