Vitoria. Será el presidente de las Juntas Generales de Álava y sólo él quien decida y anuncie el jueves -tal y como ordena el Reglamento- cuándo se celebra el Pleno que elegirá al candidato de PNV o PP para encabezar la Diputación. Y ante el escabroso escenario negociador que se ha sucedido en las últimas semanas, la determinación de la fecha no es baladí.
Los jeltzales necesitan tiempo para reconstrurir los puentes derruidos con Ezker Batua, mientras que en el polo opuesto, acelerar la cuenta atrás beneficiará a una formación popular que confía en que la ausencia de acuerdos catapulte hasta el sillón foral a Javier de Andrés, el líder del grupo que cuenta con mayor número de junteros.
El encuentro que celebró ayer la Junta de Portavoces, el primero después de que el pasado miércoles se constituyera la Mesa de la Cámara, sirvió para que su presidente, Juan Antonio Zárate, conociera las preferencias de los grupos y las fechas propuestas desde cada bancada.
Según fuentes jeltzales consultadas por este periódico, "toda fecha que permita llegar a un acuerdo que garantice la gobernabilidad será positiva", aunque su propuesta demora hasta el 21 de julio la sesión de investidura. La duda reside en cuánto tiempo será necesario para lograr un hipotético acuerdo con EB que permita sumar sus dos votos a la saca de apoyos de Xabier Agirre que, a día de hoy, reúne los respaldos de Bildu y de su propio grupo juntero. Esta suma, que supone la mayoría absoluta de las Juntas, permitiría al aspirante jeltzale alzar de nuevo la makila.
En las filas populares son conscientes de que acortar los plazos para celebrar cuanto antes el Pleno de Investidura beneficia a su candidato. Ante este deseo, la concordancia de afiliación con el presidente de las Juntas levanta suspicacias que desde el partido conservador quieren enterrar. En este sentido, fuentes del PP advirtieron ayer de que la decisión corresponderá de forma exclusiva a Zárate, "independientemente del tiempo que deje para negociar desde ahora hasta la celebración del Pleno".
Candidatos Además del baile de fechas -EB propone el 8 de julio-, el encuentro de los portavoces también sirvió para recoger la propuesta socialista de que sean los partidos que tienen previsto presentar aspirante a la investidura quienes formalicen sus propuestas ante la Mesa de la Cámara. De momento, PNV y PP no ocultan su decisión de postular a sus dos jefes de filas forales al cargo y la duda reside, una vez más, en el papel de EB: si Nerea Gálvez se presenta a la elección y recibe los dos votos de su grupo o si finalmente cambia el sentido de sus sufragios y rehúsa a aumentar la nómina de candidatos.
En la antesala de esta decisión, Xabier Agirre rompió el silencio que ha mantenido desde el inicio de las negociaciones postelectorales y auguró "la primera quincena de julio" como plazo para celebrar este Pleno. Hasta entonces, aseguró que los partidos hablarán y buscarán acuerdos que garanticen la estabilidad de la institución foral.
Ante la maniobra contraria a la dirección del partido ejecutada por Izquierda Unida en Extremadura -su abstención arrebatará al PSOE el Gobierno de esta comunidad y permitirá que el PP alcance el poder-, Agirre confió en que este episodio se limite "a una mala sensación" y "no se repita" en Álava, esta vez con las junteras de EB como protagonistas.
"Vamos a cruzar los dedos para que todo salga bien y llegar al pleno con algo despejado", zanjó el aspirante jeltzale.