MADRID. Ver la televisión ha pasado a ser una de las actividades diarias más frecuentes de la población en muchas partes del mundo, junto a comer, dormir o trabajar. De hecho, se estima que la mayoría de ciudadanos europeos pasan el 40 por ciento de su tiempo libre frente a la pequeña pantalla, lo que supone una media de tres a cuatro horas diarias que, no obstante, están por debajo de las cinco horas al día de los ciudadanos estadounidenses.
Sin embargo, los autores de este estudio apuntan que, según los resultados, se debería reducir el tiempo frente al televisor, ya que han demostrado que "así se reduciría el riesgo de padecer varias enfermedades". "El mensaje es simple", reconoce el profesor de Nutrición Frank Hu, autor de la investigación, quien apunta que "no sólo se debe promover que aumente la actividad física, sino también que se minimicen determinados comportamientos sedentarios, como ver mucho la televisión".
En concreto, el estudio consistió en una revisión sistemática de todos los estudios publicados desde 1970 hasta 2011 que vinculaban la televisión con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura, entre los que se incluían ocho grandes estudios prospectivos de Estados Unidos, Europa y Australia. Los resultados mostraron que más de dos horas de televisión al día son suficientes para aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular, y más de tres horas diarias para detectar un mayor riesgo de morir de forma prematura. Además, por cada dos horas diarias frente al televisor por día el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y la mortalidad prematura aumentaba en un 20, 15 y 13 por ciento, respectivamente.
De hecho, y según la incidencia de estas enfermedades en Estados Unidos, Hu y su equipo determinaron que, por cada dos horas de televisión al día, se producían 176 nuevos casos de diabetes, 38 muertes de origen cardiovascular y 104 por cualquier otra causa por cada 100.000 habitantes. Según apuntan los autores, ver mucho la televisión se ha relacionado siempre con la obesidad, unos malos hábitos alimenticios y un bajo nivel de actividad, factores de riesgo importantes para la diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular.
Sin embargo, en este metanálisis no se analizó la dieta ni la actividad física de los participantes, ni tampoco el tipo de programas más vistos, para poder elaborar un perfil más exacto de estos telespectadores, por lo que proponen que en futuros estudios se definan estos parámetros