El Grimsvoetn tampoco ha registrado ninguna actividad volcánica reseñable desde esta madrugada y sólo expulsa a la superficie vapor de agua con azufre, flúor y cloro.
Los expertos islandeses consideran no obstante que aún es pronto para asegurar que la erupción ha cesado por completo.
La actividad del Grimsvoetn ya se redujo considerablemente ayer y la altura de la columna de ceniza procedente del cráter bajó a los 3.000 metros, frente a los 20.000 metros que alcanzó en las horas posteriores a la erupción.
El Grimsvoetn, el volcán más activo de Islandia, entró por última vez en erupción en 2004 y esta se prolongó unos pocos días, lo que afectó al tráfico aéreo islandés por un corto período.
Los geólogos ya habían anunciado que el Grimsvoetn, que suele entrar en actividad cada lustro, volvería a sufrir una erupción a lo largo de este año.
La erupción de otro volcán islandés, el Eyjafjalla, paralizó el tráfico aéreo europeo durante varias semanas el año pasado al extenderse la nube de ceniza por todo el continente. En el caso del Grimsvoetn sólo se han producido restricciones parciales en el Reino Unido, Alemania y Escandinavia, además de la propia Islandia.