madrid. La Audiencia Nacional condenó ayer a un año de prisión al histórico dirigente de la izquierda abertzale ilegalizada Tasio Erkizia por la comisión de un delito de enaltecimiento del terrorismo derivado de su participación en un homenaje en 2008 a José Miguel Beñaran, Argala, miembro de ETA implicado en el asesinato de Carrero Blanco, y asesinado a su vez por el Batallón Vasco Español en 1978.

La sentencia concluye que en el acto se expresaron "claras muestras de veneración y respeto" y que éste "siempre giró en torno a la rendición de honores, loa y elogio de Argala", por lo que no cree "razonable ni creíble" la explicación dada por la defensa de Erkizia, que argumentó que se trataba de "un recordatorio dentro de un acto político" en el que el veterano dirigente de la izquierda abertzale participó "por cariño" a la persona, "no al dirigente de ETA".

Para el tribunal, el acusado hizo entonces un discurso tejido "con ambigüedad calculada" en el que pidió "una reflexión para escoger el camino que más daño le haga al Estado y que conduzca a este pueblo a un nuevo escenario democrático" y que concluyó "con el grito de ¡Gora Argala!, ante cuya fotografía había depositado un clavel rojo".

Por todo ello, el juez Javier Gómez Bermúdez entiende que "del contexto del que se produce su intervención, de su actitud y de sus palabras y gestos se extrae su voluntad de exaltar la figura de José Miguel Beñarán Ordeñana, Argala, cuya única actividad conocida es la de terrorista y al que se presenta como héroe e icono de la lucha del pueblo vasco por el socialismo y la independencia"; valoración que le lleva a terminar condenando a Erkizia.

Díez Usabiaga seguirá en libertad Por su parte, Rafa Díez Usabiaga, ex líder del sindicato LAB y hombre fuerte del sector posibilista de la izquierda abertzale tradicional, seguirá en libertad para poder seguir cuidando de su madre. Así lo dictaminó ayer la propia Audiencia Nacional, que rechazó la petición de la sociación Voces contra el Terrorismo-Verde Esperanza de volver a encarcelarle por no estar cuidando de su madre e incumplir la prohibición de participar en actos relacionados con el entorno de ETA.

Para el tribunal que preside la magistrada Ángela Murillo, Usabiaga ha cumplido con su obligación de aportar los informes sobre el cuidado de su madre que le fueron reclamados al quedar en libertad bajo fianza. Además, la sección cuarta de la sala de lo penal recuerda que en ningún momento se fijó "un detallado sistema de visitas, permanencias y estancias del acusado" con su progenitora cuando se enjuició a Díez Usabiaga por su participación en el proyecto Bateragune por el que la justicia española cree que este sector pretendía reconstruir la ilegalizada Batasuna, lo que sí basta para mantener entre rejas a otros dirigentes como el propio Arnaldo Otegi a la espera de que se celebre este juicio en el que la Fiscalía pide 10 años de prisión para los principales implicados.

Según la resolución, tampoco ha quedado "plenamente constatado", a la luz de los informes policiales aportados, que Usabiaga haya incumplido su obligación de no participar en actos vinculados con el complejo terrorista de ETA o lo que considera "su entorno", por lo que rechaza finalmente las alegaciones de la asociación dirigida por Francisco José Alcaraz -ex presidente de la AVT-, que prosigue así con su campaña para exigir al Estado que se aplique con mano dura contra este sector, como viene reflejando en las manifestaciones convocadas para exigir que no pueda volver a ser legal.