BERLÍN. Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del sábado en la estación de Friedrichstrasse, en el centro de la capital. Los dos agresores, de 18 años, se acercaron a la víctima y tras cruzar un par de frases con él le empezaron a golpear. La víctima, un instalador de gas, recibió primero un golpe en la cara con una botella y luego cayó al suelo. En ese momento, recibió todo tipo de patadas, algunas de ellas en la cabeza.
La intervención de otro chaval, de 21 años, que estaba en la estación permitió a la víctima zafarse de la paliza. Según el fiscal, el instalador de gas pudo salvar su vida gracias a la intervención de este particular 'ángel de la guardia' que también resultó herido aunque leve. Los agresores, por su parte, huyeron del lugar a toda prisa. Sin embargo, horas después se presentaron en una comisaría para confesar lo que habían hecho después de que varios medios alemanes reprodujesen algunas imágenes de la paliza. Toda la secuencia fue grabada por las cámaras de seguridad del suburbano, lo que ha permitido la identificación de los chicos.
La Fiscalía imputa a estos jóvenes de 18 años el cargo de intento de homicidio. Sin embargo, han sido puestos en libertad vigilada hasta que se les abra el proceso, periodo durante el cual deberán presentarse tres veces por semana a una comisaría de policía. La agresión se suma a una serie de incidentes parecidos registrados recientemente, tanto en Berlín como en otras ciudades alemanas, lo que ha desatado la alarma social por la creciente inseguridad ciudadana. Hace unas semanas, los medios berlineses informaron sobre la agresión a un joven de 29 años cuando dormía en el banco de una estación. Al día siguiente, un hombre de 28 años sufrió también una brutal paliza de cuatro agresores en plena calle.