VITORIA. LA lucha por la conservación del medio ambiente y la implantación de una filosofía de vida más sostenible no cala por igual en toda la sociedad. Por ello, y ante la necesidad de que, al menos, se cumplan las normativas básicas de protección del entorno, la Diputación ha creado una nueva sección de Protección de la Naturaleza que, integrada por varios miembros del cuerpo de Miñones, pretende poner fin a las prácticas ilegales.

Así las cosas, un grupo de agentes está trabajando desde el pasado mes de febrero para apoyar al resto de departamentos forales y otras autoridades del territorio en la búsqueda de vertidos y vertederos ilegales. Y ya se están viendo los primeros resultados. De hecho, una empresa cuya actividad se desarrolla en los límites de la frontera con Álava ya ha comprobado en sus propias carnes los efectos de sus malas prácticas.

La firma se enfrenta a una posible sanción de 24.000 euros por realizar un vertido de residuos sólidos junto a la localidad de Zambrana. Al descubrir esta situación, la nueva sección especializada de los Miñones con la ayuda de un guarda de Medio Ambiente comprobó que el área afectada comprendía una zona LIC, lugar de interés comunitario y de especial protección de flora y fauna, en concreto, del río Ebro, donde se ha constatado la presencia de ejemplares de nutria y visón europeo.

TECNOLOGÍA GPS

Así las cosas, abrieron la correspondiente investigación que les llevó a descubrir a la empresa autora de estos vertidos, por lo que se denunció al responsable de los mismos y se le abrió el correspondiente expediente. La firma se enfrenta ahora a una posible multa de 24.000 euros no sólo por atentar contra el medio ambiente sino también porque se registró un abandono de matrícula de vehículo, que fue convenientemente comunicado a la Guardia Civil.

Ésta no es la única actuación que el servicio de Protección de la Naturaleza ha llevado a cabo en estos dos meses de trabajo donde ha abierto una docena de expedientes. Y todo gracias a un localizador GPS que permite comunicar con exactitud los puntos donde se percibe cualquier tipo de vertido incontrolado. Una vez detectado el problema se comunica primero al ayuntamiento competente para que actúe y, en caso de que no solvente la irregularidad, los servicios forales ejecutan las acciones pertinentes. Aunque en muchas ocasiones han sido falsas alarmas, también se ha contribuido a la desaparición de varios puntos negros de vertidos. Es el caso del primer expediente abierto en febrero por este servicio que detectó escombros fuera de un vertedero controlado en la localidad de Leza.

Apenas una semana más tarde se notificó la existencia de unos recipientes fitosanitarios abiertos cerca del río en Urturi. Por otro lado, el mes pasado, el principal incidente se registró en Arangiz, donde aparecieron en un terreno desechos de un automóvil y escombros. Además, también se localizaron restos de escasa importancia de gasoil y aceite en un riachuelo de la zona de Nanclares.