vitoria. El ejercicio de memorizar infumables tacos de apuntes podría tener los días contados. Nuevas formas de aprendizaje empiezan a emerger con fuerza impulsadas por la reforma de la LOE, que pone el énfasis en la importancia de entender para luego saber aplicar. La nueva normativa pretende aparcar metodologías tradicionales basadas en la reproducción sistemática de los temas tratados en clase. Ahora se debe trabajar por competencias, es decir, en ese conjunto de conocimientos o destrezas que le permiten a uno desempeñar una ocupación concreta.

Ésa es la teoría, lo que recoge la ley, y a los centros les toca ahora buscar nuevas metodologías que les faciliten adaptarse a ella, algo que no siempre resulta sencillo. A menudo, la falta de tiempo, de recursos, así como el elevado número de alumnos que hay en una misma clase son una lastre para un profesor que quiera experimentar una nueva forma de enfocar sus clases. A esto hay que sumar la cada vez mayor diversidad que se da en las aulas, en las que se juntan alumnos con problemas de aprendizaje, inmigrantes con dificultades de comunicación y escolares con algún tipo de discapacidad.

Sin embargo, en algunos centros educativos alaveses empiezan a ensayar algunas experiencias con resultados positivos, y que pueden servir como muestra de hacia dónde caminará la enseñanza los próximos años. En el colegio Carmelitas-Sagrado Corazón llevan ya un tiempo tratando de aplicar en sus clases algunas de las últimas investigaciones que se han llevado a cabo en el campo de la Neurociencia.

Este tipo de educación parte de la base de que los alumnos tienen distintos ritmos de aprendizaje. "Sabemos que lo que un niño no aprende a los cuatro años, ya no lo aprende; sin embargo, tenemos que darle su espacio porque si no, se puede llegar a estresar", explica Nieves Maya, directora de este centro escolar. Lo mismo ocurre en Secundaria, ya que los 14 años se consideran otro momento clave para asimilar ciertos conceptos, como las normas por ejemplo. A esta edad se produce lo que algunos expertos llaman "poda neuronal". De ahí que también en esta etapa el colegio emplee ciertas técnicas de estudio más concretas. "Los alumnos necesitan descansar para aprender, por eso tras una hora de clase siempre hacemos un parón", añade Maya.

Esta metodología, basada en la Neurociencia es, en definitiva, una de las muchas que se han puesto en práctica durante los últimos años. Otro ejemplo puede ser el que se aplica en Urkide, también perteneciente a la red de centros concertados de la capital alavesa, y que emplea un método basado en la teoría de las Inteligencias Múltiples, por lo que recurre a la enseñanza multisensorial. El sistema parte de la premisa de que el 40% de los humanos aprende más por lo que ve que por lo que escucha, por lo que cuestiona la manera clásica de ejercer la docencia. Por ello, plantea un método en el que se emplean todos los sentidos para entender un concepto. Así, los mapas, los dibujos, la música, las diapositivas...,, se convierten en instrumentos indispensables en clase.

La teoría de las Inteligencias Múltiples establece que la persona es la suma de ocho inteligencias: lingüística, lógica-matemática, espacial, musical, corporal-cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista. Mediante distintos ejercicios se van trabajando cada una de ellas, con lo que el profesor puede detectar los puntos fuertes y débiles de cada alumno, y evitar así el fracaso escolar. Por ejemplo, si un estudiante muestra cualidades excepcionales en música, se hace todo lo posible por potenciarlas sin descuidar el resto de las formas de inteligencia.

La estimulación temprana es también otro de los programas que los centros incluyen cada vez con mayor frecuencia. La escuela infantil Kimba inauguró en 2008 un aula de estimulación, convirtiéndose así en una de las primeras guarderías en aplicar esta metodología. Aprender idiomas casi desde la cuna, o desarrollar su capacidad musical en los primeros años de vida son claves de este sistema que consiste en estimular a los pequeños con múltiples elementos sensoriales que les permitan desarrollar mejor, según los expertos, sus capacidades a nivel intelectual o afectivo.

Las citadas son sólo una muestra de las metodologías alternativas que se empiezan a emplear en las aulas, pero hay muchas más. El reto está en hacerlas accesibles a todos los estudiantes, y es que estas nuevas formas de enseñar no están todavía al alcance de todos, ya que se concentran principalmente en la red de centros concertados.