madrid. Los fumadores podrán vacunarse contra la nicotina a finales de 2012, fecha prevista para la aprobación de este tratamiento que podría acabar con el tabaquismo, la causa más importante de enfermedad y mortalidad prevenible en el mundo. El paso previo será la presentación en los primeros meses del próximo año de los resultados de dos ensayos realizados en Estados Unidos, en los que han participado 2.000 personas, y que ofrecen resultados "muy esperanzadores".

Así lo anunció ayer el director clínico de Farmacoterapia del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) de Estados Unidos, Iván Montoya, en las Jornadas Nacionales de Socidrogalcohol. "Ya tenemos datos claros demostrando que la vacuna de la nicotina ayuda a que los individuos dejen de fumar, puesto que se trata de un tratamiento terapéutico y no preventivo", comentó.

El doctor expuso que si los resultados de los experimentos en humanos (fase III) "son positivos", la inmunización contra la nicotina estará aprobada por la Food and Drug Administration (FDA) "dentro de poco".

En cuanto a la vacuna de la cocaína, se está desarrollando un estudio con 300 personas, aunque la investigación "no está tan avanzada" como la del tabaco.

La explicación sobre cómo funcionan estos fármacos la proporcionó el presidente de Socidrogalcohol, Julio Bobes, quien dijo que mediante la inyección de un virus o una bacteria unida a las moléculas de las sustancias adictivas se consigue generar anticuerpos que logran "secuestrar" la droga en el torrente sanguíneo.

De este modo se crean moléculas "demasiado grandes" para atravesar la barrera cefalorraquídea, con lo que el organismo no siente ninguno de los efectos placenteros que causa la adicción y sí todas sus consecuencias negativas como enfermedades pulmonares, patologías cardiovasculares y oncológicas asociadas a este consumo. Igualmente pasará con la cocaína, incluidas las taquicardias, la sensación de ahogo y la sudoración que produce esta droga.

La vacuna de la nicotina consta de cinco inyecciones que se suministran en unos seis meses y estará apoyada por terapias psicológicas, con el objetivo de motivar al paciente y de concienciarle sobre la necesidad de dejar la droga, al igual que se hace actualmente con los tratamientos de deshabituación.

Montoya explicó que al mes de iniciar el tratamiento el sistema inmune produce "los títulos de anticuerpos más altos" y, por lo tanto, ésa sería la ocasión "más terapéutica" y el "momento ideal" para que el adicto deje de fumar.

Bobes confesó que puede haber recaídas, pero señaló que más del 40% de los pacientes sobre los que se ha hecho el ensayo no han vuelto a fumar. El doctor se refirió a la posibilidad de que el Sistema Nacional de Salud financie la inmunización contra el tabaco en España, lo que retrasaría aquí su venta unos seis meses. Si esto ocurre, los fumadores españoles que quieran desengancharse podrán hacerlo en 2013.