Vitoria. A más formación, más posibilidades de encontrar empleo, pero con matices. Aunque ésa es la teoría, la crisis ha demostrado que en la práctica ir a la universidad es el pasaporte perfecto para salir antes del paro, siempre y cuando uno esté dispuesto a trabajar en un puesto con una cualificación más baja que para la que está formado. "Es una especie de desplazamiento. Hay muchos titulados superiores que se dedican a puestos inferiores a su categoría y los titulados medios, a su vez, van a otros empleos todavía más bajos", explicó ayer Javier Iñiguez, representante del Servicio vasco de Empleo, Lanbide a los asistentes de la charla que impartió con motivo de la II feria de empleo de Vitoria.

Prueba de que el conocimiento es la mejor llave para abrir puertas es que un 60% de los 311 puestos, que se ofrecen en este evento el centro de investigación Lucio Lascaray, requieren una formación universitaria.

Hasta un total de 2.000 personas en paro que buscan salir de sus temibles listas se han apuntado a esta cita que se celebra desde ayer hasta hoy. Toda una oportunidad de oro, si se tiene en cuenta que la tasa de desempleo de Euskadi se sitúa en torno al 10%. Se trata de un panorama negro que tiene todos los visos de no ver la luz al final del túnel hasta dentro de varios años. "Las consecuencias de la crisis aún no han pasado y, en todo caso, cuando lo hagan, la pendiente de creación de empleo irá más suave que antes de 2008", auguró el representante de Lanbide.

Dado que cada vez son más a los que no les da para pagar las facturas, Iñiguez anunció que una de las pretensiones del servicio que representa es que suba hasta un 20% la tasa de desempleados que pueden acudir a los cursos de ocupación que ofrece el Servicio vasco de Empleo, ya que en un principio estas clases sólo se dirigen a trabajadores en activo.

Así lo ha acordado el nuevo Lanbide, que contará con 758 millones de euros, la mayor parte de los cuales -325- irá destinado a satisfacer las demandas de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) y las de Prestación Complementaria de Vivienda (PCV).

Cada participante en la feria ha tenido la oportunidad de inscribirse en más de una oferta de empleo. Si bien, la mayoría de los candidatos, cuyo perfil es el de un desempleado de entre 23 y 30 años, ha preferido no matar moscas a cañonazos. Según matiza la responsable de la unidad de Promoción municipal de empleo, Isabel Caranca: "al final, entre estos dos días se harán unas 800 entrevistas, en lugar de las 1.200 previstas, porque la mayoría ha cogido una opción, en vez de dos".

Al igual que en la pasada edición, la inscripción personal se ha realizado en el centro municipal Ignacio Ellacuría, donde 800 personas fueron atendidas por un equipo de orientadores. Entre las novedades de este año, se encuentra la inscripción on line, que ha tenido una gran aceptación con las 1.200 personas registradas por esta vía. En este segundo año de la feria también ha incorporado la diferenciación del tipo de trabajo, en función del contrato. Los que se ofertan son tanto de jornada completa como parciales y para fines de semana o servicios especiales.

Además, las empresas han instalado buzones en la feria donde van a seguir recogiendo los curriculum de personas no atendidas hasta el momento pero que podrían ser llamadas para cubrir futuras necesidades de personal.

Sectores más emergentes En cuanto a las ofertas de empleo, los 311 puestos que buscan personal corresponden a 102 perfiles y los más demandados en esta edición son los relacionados con ingenierías, técnicos de industria y producción, programadores, comerciales, asesores y consultores.

No en vano, los talleres de este año se dirigen a los sectores emergentes: tecnologías asistidas, desarrollo sostenible y la I+D+i, que son los que tienen más potencial de contratación. Las salidas de la primera área están más que claras, si se tiene en cuenta el progresivo envejecimiento de población, ya que se especializan en productos que mejoran la autonomía personal o movilidad. Por no hablar de la importancia de la conciencia ecológica a la que hace referencia la segunda o la investigación de la tercera.