vitoria. Ayer tocaba pulso en el Parlamento Vasco y los contendientes sentados a la mesa no dudaron en remangarse. A un lado, el portavoz del PNV, Joseba Egibar, al otro el lehendakari, Patxi López, y en medio la sentencia del Tribunal Supremo que por el momento mediatiza el futuro legal de Sortu, la marca con la que la izquierda abertzale ilegalizada quiere recuperar su condición legal para cerrar así su viraje hacia el uso exclusivo de vías civiles y políticas.

El mano a mano estaba servido entre los dos mayores rivales de la Cámara vasca; dos pesos pesados que ayer evidenciaron las muchas cuentas pendientes que tenían a la hora de abordar la postura que cada uno de sus partidos viene manteniendo ante la posible vuelta de la izquierda abertzale ilegalizada al ring de la lucha institucional.

La sentencia que dictó el Tribunal Supremo el pasado miércoles rechazando la inscripción de Sortu en el registro de partidos abrió la vía del recurso al Constitucional como único recorrido posible para que este mundo compita ante las urnas en pie de igualdad con las demás siglas; al margen claro de los posibles planes B que en muchos ámbitos se dan ya por activados. Y es en ese terreno en el que ayer se desarrolló el debate entre Egibar y el lehendakari López.

El portavoz jeltzale jugó a responsabilizar a los representantes de PP y PSOE, del "impulso político" que ha creado la actual situación de indefinición que, a su juicio, sólo logrará que algunos tengan la campaña electoral prácticamente hecha.

cálculos electorales Tomando esta idea como punto de partida, defendió la "honestidad" de la apuesta del PNV, que según subrayó defiende la legalización de Sortu "por principios", y la antepuso a los intereses oscuros que adivinó en PP y PSE. "Nosotros con los principios no hacemos cálculos", sostuvo orgulloso, ante un López que le sostenía la mirada en busca de un hueco por el que contraatacar que poco después encontraría en su recetario, cada vez más estudiado.

Egibar ponía su cintura de gran fajador parlamentario al servicio de un ataque cerrado contra el lehendakari con el que trataba de ahondar en las contradicciones que la bancada socialista ha evidenciado ante esta cuestión y que quedaron claramente reflejadas en el artículo que publicó el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y del que luego se tuvo que desdecir en parte, o en la iniciativa destinada a plantear la legalización de Sortu que su grupo presentó y que tuvo que posponer ante el toque de corneta de un PP en absoluto dispuesto a dejar que su socio preferente traspase las lineas rojas de su pacto de bases. Si ustedes admiten que ha habido avances en las posiciones de la izquierda abertzale ilegalizada, si saben, como sabemos todos, que estará en las elecciones de una u otra forma, pongan fin a la "feria" que se avecina por parte de un sector experto en estas lides que aprovechará esta situación para no salir del corazón de la actualidad política hasta el 22 de mayo, vino a decir al lehendakari. De lo contrario, pronosticó, las semanas que restan hasta entonces se convertirán en una "cacería" liderada por el PP en la que cada lista presentada en un pueblo por Independientes desconocidos, o por coaliciones como la que parecen dispuestos a presentar Eusko Alkartasuna y Alternatiba, será investigada de arriba a abajo en busca de una conexión con el MLNV, por remota que sea, que sirva para echar toda la lista abajo "violando" así "derechos fundamentales".

el espejo de lópez Pero el lehendakari demostró ayer que también sabe jugar a ese juego. ¿Dónde están las vulneraciones de derechos, cuando son los jueces quienes decidieron antes y deciden ahora que este sector no cumple los requisitos para ser legal?, respondió para contener la vinculación que Egibar había presentado entre los "impulsos políticos" de PP y PSOE y la decisión del Supremo. Sortu tiene ahora la oportunidad de convencer al Constitucional profundizando en su apuesta por alejarse de ETA, añadió.

Pero López no había dicho su última palabra, aquella con la que iba a dejar al avezado portavoz jeltzale retorciéndose en su escaño. "La izquierda abertzale ha dado pasos que nunca antes se había atrevido a dar", pero aún "no han sido suficientemente claros ni contundentes como para despejar las desconfianzas que ellos mismos han sembrado", subrayó. Y, si para el PNV lo son, ¿por qué no permitió su integración en Nafarroa Bai?. Ante semejante andanada, y ante la imposibilidad de que Egibar respondiera con la que el lehendakari jugó hábilmente, Egibar terminó el debate intentando denunciar la maniobra de su rival, frustrado, y con la sensación escrita en la cara de que, esta vez, no había logrado vencer en el pulso a López.