Huelva. La Audiencia Provincial de Huelva condenó a Santiago del Valle a 22 años de prisión por el asesinato de la niña Mari Luz Cortés y por abusos sexuales y a su hermana Rosa a a 9 años por ser cómplice del asesinato en una sentencia que los abogados estudian para poder recurrir.
La sentencia pone fin al proceso judicial abierto en marzo de 2008 después de la detención de los hermanos del Valle en Pajaroncillo (Cuenca) y por el cual se celebró juicio oral entre el 16 y 25 de febrero en el que participaron más de 70 testificales, entre testigos y peritos.
En la sentencia, el tribunal condena a Santiago del Valle a 19 años de prisión por un delito de asesinato y a 3 años por un delito de abuso sexual con la agravante de reincidencia y a Rosa del Valle a 9 años por cómplice del delito de asesinato. Además, Del Valle no podrá residir en Huelva ni comunicarse con los familiares de la menor durante 32 años y su hermana Rosa durante 19.
El tribunal acordó, dada la gravedad de los delitos, que no puedan disfrutar del tercer grado penitenciario antes del cumplimiento de la mitad de la condena total impuesta. Además, los condenados deberán indemnizar a los padres y hermanos de Mari Luz con 166.000 euros en concepto de daños y perjuicios y con otros 19.000 en concepto de daño moral añadido por los 54 días que transcurrieron entre la muerte de la menor y el descubrimiento del cadáver el 7 de marzo de 2008.
Por su parte, Juan José Cortés, el padre de Mari Luz, manifestó que la sentencia ha dejado a la familia "bloqueada y en cierta manera frustrada" y, a pesar de no poderla valorar por ello, indicó que "lamentablemente la Justicia que tenemos impone condenas cortas y es benévola con los criminales", expresando su deseo de que "esto cambie de una vez por todas".
La sentencia considera probado que entre las 16:30 y 16:40 horas del 13 de enero de 2008 la niña, que tenía 5 años, salió de su domicilio de la barriada de El Torrejón de Huelva, se dirigió a un kiosco próximo para comprar chucherías y al regreso Santiago del Valle, que la observaba desde su ventana, llamó su atención tirándole un oso de peluche que ésta recogió para devolvérselo.
La menor subió el único tramo de escalera que conduce al domicilio de Del Valle, que comenzó a realizar a la niña tocamientos y para evitar que huyera la agarró por la muñeca y por el tórax, forcejeo en el que la menor sufrió lesiones que "no sangraron pero fueron de entidad suficiente como para dejarla inconsciente".
Del Valle decidió deshacerse de la niña, metiéndola en un carrito de la compra y pidiendo a su hermana Rosa, tras contarle lo sucedido, que lo llevara en su coche a la zona de marismas próxima al Estero del Rincón, donde arrojó a la menor al agua "cuando aún estaba viva, muriendo por asfixia por sumersión", dice la sentencia.
El fiscal, Alfredo Flores, se mostró satisfecho por la sentencia, que recoge en un 80 o 90% sus peticiones.
El abogado de Del Valle, Juan López Rueda, aseguró que está convencido de que recurrirá, ya que en todo momento, incluso en el juicio, Santiago mantuvo su inocencia, y precisó que "no hay pruebas directas, sólo indicios" respecto al delito de abuso sexual.