EL CAIRO. Entre tanto, fuentes oficiales estadounidenses aseguraron ayer jueves por la noche que el Gobierno norteamericano --temeroso de que las movilizaiones se radicalicen-- está discutiendo con los dirigentes egipcios las diferentes posibles salidas a la crisis, entre las que no se descarta la dimisión inmediata de Mubarak. El 'rais' declaró anoche que está "harto" del poder, pero advirtió de que permanecerá en la Presidencia para que Egipto no caiga en el "caos".
"Si dimitiera hoy, sería el caos", declaró Mubarak este jueves al canal de televisión norteamericano ABC. "No me importa lo que el pueblo diga sobre mí, en estos momentos lo que me preocupa es mi país", añadió el 'rais', quien a principios de esta semana anunció, en respuesta a las movilizaciones populares, que no se presentaría a las elecciones presidenciales del pasado mes de septiembre.
Entretanto, la plaza de Tahrir, en el centro de El Cairo, se prepara para convertirse nuevamente este viernes en el centro de todas las miradas. Miles de personas han empezado a concentrarse, ignorando el toque de queda y las agresiones cometidas entre el miércoles y la noche del jueves por los partidarios de Mubarak, que causaron al menos trece muertos.
Muchos de los concentrados ya portan pancartas y entonan lemas, en la plaza y en los alrededores, claramente alusivos al propósito de la marcha: "Abajo Mubarak", "Hoy es el último día", "Egipto es hoy una celebrción". La plaza se ha llenado de tiendas de campaña, en las que han pasado la noche muchos manifestantes. El ambiente es "tenso", pero se respira una "calma relativa" pese a los disparos y enfrentamientos esporádicos registrados a lo largo de la noche.
Los organizadores han pedido a la población que se dirija, desde donde se encuentre, hacia la plaza Tahrir, hacia la sede de le televisión estatal y hacia el Parlamento, edificios situados a apenas un kilómetro el uno del otro.
Decenas de camionetas policiales ocupan las calles adyacentes al Palacio Presidencial de Egipto horas antes de que comience la llamada marcha de 'El Día de la Partida', según informó Al Yazira. Entretanto, el Ejército ha sido movilizado para impedir nuevos enfrentamientos como los de los dos días anteriores.
PRESIONES DE EEUU En estas circunstancias, el Gobierno de Estados Unidos ha instado a Egipto a iniciar la transición con vistas a la celebración de elecciones y un alto responsable del Ejecutivo de Barack Obama ha advertido de que se plantean varias posibilidades para superar la crisis.
La dimisión inmediata de Mubarak "es una posibilidad", declaró bajo condición de inmediato. Estados Unidos, según fuentes gubernamentales, teme que los manifestantes se radicalicen en caso de que Mubarak insista a permanecer en el poder.
Según el diario 'The New York Times', que cita fuentes diplomáticas norteamericanas y árabes, el Gobierno de Estados Unidos está discutiendo con representantes egipcios la posible marcha de Mubarak y la instauración de un gobierno provisional presidido por el actual vicepresidente y antiguo responsable de los servicios de Inteligencia, Omar Suleiman, quien contaría con el apoyo del poderoso Ejército egipcio.
Concretamente, Estados Unidos pretende que Suleiman y su ministro de Defensa, Mohamed Tantawi, comiencen de inmediato un proceso de reforma constitucional. Para ello contarían con el apoyo del jefe del Estado Mayor, Sami Enan. Este Gobierno contaría con un amplio abanico de grupos de la oposición, como los Hermanos Musulmanes, y el objetivo final sería convocar elecciones para septiembre.
No obstante, un alto responsable político del país ha advertido al rotativo norteamericano de que la Constitución no permite esta salida y que es al presidente del Parlamento a quien corresponde la jefatura del Estado en caso de abandono del poder por parte del presidente. "Esa es mi respuesta técnica. Mi respuesta política es que los estadounidenses deberían preocuparse de sus propios asuntos", declaró.
Asimismo, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea instarán este viernes a Hosni Mubarak que permita una transición "rápida y ordenada" y condenarán la violencia contra los manifestantes pacíficos que reclaman reformas "legítimas". España, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania han sido los primeros en pedirlo en una declaración conjunta firmada por sus líderes este jueves.
Por su parte, los Hermanos Musulmanes han asegurado este viernes que no ambicionan "ni la Presidencia ni ningún cargo en un gobierno de coalición" y han reonocido que algunos representantes del Gobierno han "flirteado" con ellos y les han prometido la legalización del partido si acceden a participar en las negociaciones sobre las reformas.
Los Hermanos Musulmanes han participado en las manifestaciones masivas que se desarrollan desde hace más de diez días contra Mubarak, pero han insistido en que ellos no han sido los que han organizado las movilizacions.